Prosa de Fernando Trejo
Íbamos de paseo a levantar los mangos del terreno. Entre las guayas encontrábamos un rinconcito para anidarnos de la lluvia. Ahí soltaba su más recia tormenta la nostalgia. No paraba la noche de gemir y sordas nuestras manos se apretaban a nosotros y decidíamos entonces pelar guaya por guaya para perder el tiempo, para que se nos quitara la gana esa de acariciar los mangos a mordidas.
© Fernando Trejo
5 Comments:
sutil erotismo! me encanta!
Nos llenas de sensaciones con tus versos, apelas a cada sentido. Muy bueno.
Saludos,
Un excelente poema erótico,con un alto contenido poético y sin caer en mal gusto Te felicito
María Amelia
Fernando Trejo y su seducción de los sabores, olores, colores, allá donde nos explota el amor.
Sensiblemente, fanny
Felicitaciones!!
Un placer leerte.
Un abrazo
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