6.2.11

Poema de Julio Carabelli



AÑICOS

En un bar del alto Manhattan

estaban sus ojos restándole al día
copos de rutina y de violencia.
Mi tiempo de extranjero
de valijas listas
se fundía como la nieve en las veredas
labradas
por gente que en sus casas
guardaban celosas pasaportes vencidos.
Yo me quedé en sus ojos
tan ajenos
como el cariño de las putas de la Cuarenta y dos
o como las calles que crucé más tarde
cuando aún era temprano
y el teléfono
acusaba mi soledad
inconmovible
como una esfinge negra en el desierto.
Muchas veces fui a verla
transitando caras rojo aperitivo
esperando que el coraje hiciera falta
para que reparase en mí
y otorgara
el raído pasaporte a mis añicos.
Uno no va entero a todos lados.
Lo supe
porque una parte de mí quedó en sus ojos.

© Julio Carabelli

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"...uno no va entero a todos lados..."
¿Será que el destino del poeta es ir juntando sus fragmentos por la vida, Julio?
¡Muy bueno tu poema! Felicitaciones y un gran abrazo
María Rosa León

6.2.11  
Blogger Laura Massolo said...

Como sabés, Julio, tu poesía me parece excepcional. Y estos últimos tres versos, especialmente, me parecen geniales. Te mando un beso grande
Laura Massolo

7.2.11  
Blogger LIDIA CARRIZO said...

"... YO ME QUEDÉ EN SUS OJOS..."
ALLÍ ESTÁ TODO EL POEMA!...
QUÉ BUENO ES LEERTE!
ABRAZOS JULIO!...
LIDIACC.

8.2.11  
Blogger Nerina Thomas said...

me emociné al leerlo, hasta en voz alta como si estuviera en una mesa de poetas.
Qué grande!!
Bellooooooooooooooooo
Un cariño

10.2.11  
Blogger Pablo Javier Resa said...

Julio, es un gusto leerte. Tu poética es de las que invita a tomarse unos mates amigos. Saludos, compañero de ruta

14.2.11  
Blogger Daniela D. Pacilio said...

La incompletud: su soledumbre... Un poema que con-mueve desde los fragmentos que nos urden y ex-ceden. Mi Abrazo,

2.3.11  

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