Poema de Alicia Márquez
MIAU
Eran las siete de la tarde
en un serio consultorio
con cuadros de paisajes nevados.
La gente hojeaba
revistas amarillas,
miraba absorta su celular luminoso,
se agarraba el mentón
con franco gesto inteligente
o cerraba los ojos
como para no tener que ver nada.
De repente, una gata.
Una gata en celo
maullaba desesperadamente
sobre algún techo.
Maullaba
con gritos desafinados y perentorios.
Maullaba a los gatos,
a los autos,
a la luna,
al universo.
Maullaba locamente.
Todos, en el consultorio,
empezaron a sentirse inquietos,
esbozaron sonrisas,
se movieron incómodos en las sillas,
observaron distraídamente por las ventanas.
Todos acallaron
sus propios maullidos
envidiando la libertad
de la gata,
en algún techo,
pidiendo amor a los gritos.
© Alicia Márquez
19 Comments:
Excelente, me encantó!!!
Besossssss
Elena Cabrejas dijo:
Es buenísimo tu poema, describe paso a paso el momento, y muestra todo el amor y la necesidad de expresarlo con libertad: " envidiando la libertad de la gata/en algún techo,/pidiendo amor a los gritos." !!!
18-5-2011,
Que buen poema Alicia, tan visual que casi veo a los pacientes en el consultorio y oigo a la gata, como oigo ahora a la que tengo aqui cerca.
Un abrazo
Carmen Amato
Lo dijo Elena, pero me encantó también pensar en ese pedido de amor a gritos. Bien Ali, un abrazo
Lily Chavez
¡Hermoso tu poema, Alicia!
Què enternecedora esa gata!...
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
Brillante!
Saludos,Marta
Así somos los seres humanos: reprimimos el grito, el llamado al amor que parece querer saltársenos del alma por los ojos. O será que no sabemos escuchar ese maullido...
José Manuel Solá
[Puerto Rico]
Alicia:
Me encanta como tu mirada hace poesia de lo cotidiano!
Un beso grande
Montse Bertran
Recrear lo cotidiano es un arte vos lo hacés muy bien ¡te felicito!
Buenísimo!!!
Me encantó la comparación!!
Tere Vaccaro.
Alicia, este poema es como un pequeño cuentito con final feliz que nos deja esa moraleja de la libertad de los animales para expresarse y que a veces tanta falta nos hace a los humanos.
Un gran abrazo
Juany Rojas
David Antonio Sorbille dijo...
Excelente, Alicia. Un abrazo
¡Gracias a todos por los generosos comentarios!
Un abrazo,
Alicia Márquez
BRAVO, Alicia!! quién no sentiría así
abrazos
Elisabet
Ja ja, me encanta. Este es un Alicia Márquez de pura cepa. Qué bella desvergüenza la de las gatas en celo.Un abrazo.
humor a cuestas querida Alicia; qué vivan las gatas y las mujeres gatas, miau, miau, Julia
que bueno Ali
ay gata gata
así gritar que llegue el amor
desde graciela abrazo
poemón, Alicia!; ¿me lo puedo llevar?; besos enormes, Ro
La espontaneidad del maullido de la gata, la fuerza auténtica y natural se contraponen con la dolorosa seriedad del consultorio.
Frescura y a la vez agudeza en este poema donde la vida vence a la muerte. Saludos poéticos Irene Marks
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