21.2.07

Prosa de Itzela Sosa


Anfibia

En el principio Anfibia abrió los ojos en el límite del tiempo. Anfibia es el lugar de nuestro origen. Es esa colmena de cristales líquidos, concéntricos, que siempre nos reclama, no importa si ajolotes, peces, musgos u homo sapiens nos pensamos. Ahí estuvimos todos algún día. En Anfibia nos miramos, jugamos a ser Dios o tepocates. Ahí, jugamos líquenes hasta alcanzar la tarde entre cristales que brotan, se despeñan y se marchan sin demora, para aprender que el tiempo húmedo y limítrofe es el tiempo verdadero. Anfibia es la que muta, viajera que se marcha siempre sin reproches subterráneos, matria de náyades indias y mestizas. Anfibia es el origen y el retorno. Lo que fluye siempre al borde, con un ritmo siempre nuevo de cristal antiguo. Anfibia es la colmena original que nos reclama, no importa si ajolote, si pez, si líquen, si homo sapiens.

© Itzela Sosa

3 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Esa búsqueda, ese renacer, ese ser ser...
Bello texto Itzela.
Un abrazo Gus.

21.2.07  
Blogger Presentes Ausencias said...

Buscar los orígenes, llegar a comprenderlo y hacerlo prosa, es lo que has logrado, Itzela. Grato el leerte.

Besos,
Migdalia Mansilla
http://masalladelaspalabras.blogspot.com

22.2.07  
Anonymous Anónimo said...

Bellísimo tu poema, Irzela. Un viaje a los orígenes de la vida.
Cariños
María Rosa León

22.2.07  

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