16.12.07

Poema de Hebe Solves


LA MUERTE Y EL AGUA

El agua es larga porque se difunde.
Antes que el terror de volcarse
la acaban los que beben.
Ella no puede terminarse sola
y el miedo de caer flota en el agua.

Se vuelve el agua al agua en la compuerta.
Ha olvidado e hizo de sí misma un juego
cuando es ola y una; pero el agua es muchas.
El olvido en ella flota dichoso pero aislado.
Es una y muchas como el agua la gente.

Al río no le basta un solo lecho,
es más extenso que su cuerpo.
Alguien que parte en dos el pan no sabe
si ha comenzado a amar
o si ha comenzado cuando alguien lo amaba.

¿Se inició en ella, el agua,
o en el saber borrar que tiene?
¿O en su debilidad para impedir que el agua caiga?
Borrar y olvidar y temer tanto es peligroso:
el agua está cansada.

Ella quiere acabar y se nivela
pero todo lo borra y gasta
menos la memoria obstinada
que de ella la tierra guarda.

Para ser olvidada antes de morir
el agua cambia de lugar y de tiempo.
No habría el volar ni el estar suspendido
ni se sabría el hundirse
si no fueran dos virtudes del agua.

Y sin embargo el agua es una pena
que no conoce muerte
salvo la de no estar
en aquello que ama.

© Hebe Solves
Pintura: Mirna Celis

2 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

El agua y su NO muerte, su desafío de soñar con llegar al fin...
Bello poema.
Un abrazo Gus.

16.12.07  
Anonymous Anónimo said...

Y el agua, como vos y como todos los poetas, también canta, Hebe.
¡Muy bello tu poema!
Un abrazo grande

17.12.07  

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