8.4.08

Poema de Viviana Pelle



Otoño de relojes sin timón

Soledad en la noche de otoño.
Tenue deslizar de gotas de rocío
en la hoja verde de papel amarillo.
Otoño en mi ser, en las entrañas.
Amaneceres sin sol.

Mi mano mece cunas invisibles
y el amor se escapa y se hace añicos.
Calesita de grises caballos sin timón.
Desbocados anzuelos de peces rotos.
En mis mares no hay azules ni orillas.
El blanco de mi ojo juega en mi pupila.
La boca calla lo que no otorga y lo da todo.

El pensar es entablar una charla conmigo misma.

Tomo la taza de café, un chuchillo.
Da igual, el final se acerca
y todavía yace quieto
al costado de los años.
No volver a sentir el corazón
es lo que más temo.
Insistente tic tac de horas muertas.

©Viviana F. Pelle

6 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Bello poema, se siente la desazón.
Un abrazo Gus.

8.4.08  
Blogger Unknown said...

Triste poema, razón y sin razón de la vida, abrazos, Julia del Prado

8.4.08  
Anonymous Anónimo said...

Muy bello y conmovedor tu poema, Viviana. Gracias por compartirlo con nosotros.
Un cariño grande
María Rosa León

9.4.08  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Un poema que habla de la resignación del ser.
Muy bello.
Elisabet

10.4.08  
Anonymous Anónimo said...

Viviana: la agobiante soledad que nos mete para adentro, que nos sella la boca, que nos cercena tiempos y necesidades. Te abraza fuerte, Laura Beatriz Chiesa.

11.4.08  
Anonymous Anónimo said...

Viviana, tus versos son como
heridas abiertas por donde
escapa el tiempo sangrante
de la nostalgia, de la palabra
desnuda, sola. Logra conmover.
Un abrazo,

Elisa Dejistani

12.4.08  

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