Poema de Alberto Destéphen
Segunda canción al ángel de la muerte.
¡OH Madona Asombrosa!
pies blancos
............ un niño da vuelta
a las hojas de lo que lees.
He ido derribando el muro
..... de los ladrillos de mármol,
....................... que cubren tus espaldas.
Es inútil
... tu ternura es universo,
..... he de desashacerme en las trampas,
........ de cualquier ilusión torpe que me sofoque;
es simple
.... como el dolor que nos espera en estas esquinas
........................ de frente a tus ojos,
.................... las nubes de los delirios
estallan a tu capricho;
piel de mujer
que escapas a las manos soberbias,
............ de las fiestas de los triunfos.
Es la noche que clama a tu antojo
............... Desvelado, aturdido
Maldigo….
............ ¿Acaso es el jamás la causa del reproche?
¿He de latir más
... entre las ruinas del corazón y la belleza?
Supe en desamparo
.......... de mi inocencia ambigua.
A veces inmenso de sangre,
.............. al filo de noches amargas,
salgo a defenderte al revés de mi suerte:
........................... Hacerte,
......................... olvidarte,
........................... recordarte
............. inventar el sueño que nutre los afanes.
Reconocerme
......... inmensamente solo
en tu posible amistad,
........ solo con el corazón y las palabras
........ que aumentan la osadía,
............. el desprecio,
.......... el estupor de sonrojarme,
......... por invadir tus secretos.
©Alberto Destéphen
2 Comments:
Poema como un ruego, como condena, como el más puro amor que he podido diagramar lo mejor que blogger me permite.
Un abrazo Gus.
Muy bello tu poema, Alberto. Gracias por compartirlo con nosotros.
Un cariño grande
María Rosa León
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