11.7.08

Poema de Héctor Urruspuru


... he comenzado a olvidarme desde abajo, de mi,
desde los pies,
que también olvidaron el rastro
las ganas de buscar

me he quedado sin colores
a partir de mis rodillas,
casi un hombre transparente en sus conceptos,
y he vertido algo de mi valioso vino
en el ademán de querer cerrar las puertas

y casi no hablo,
escribo banalidades

compro el periódico.
Camino a través del parque único.
Alrededor de mi llevo el ruido del teclado
como todo comentario

cuando ya no me sostenga
de tan invisible,
y en el almanaque Octubre
tenga el olor de las nueces,
recuerda, corazón...
que mi nombre empezaba con H”.

© Héctor Urruspuru

10 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Poema de despedidas, de tristeza, de desazón.
bellísimo poema.
Un abrazo Gus.

11.7.08  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Si tal vez lo recuerde... hay cosas que no se olvidan, aunque se quiera.

11.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Héctor: mucha desilusión en estas letras.A pensar que con H también comienza el nombre de un ave fuerte
luchadora, capaz de grandes y temerarios intentos. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

11.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Héctor: con H también comienza el nombre de un ave fuerte, poderosa, capaz de los más grandes desafíos: el HALCÓN. A imitarlo, un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

11.7.08  
Blogger María Rosa León said...

Héctor: Éste es el primer poema que te oí leer en el rincón de los poetas de la Feria del Libro a principios de mayo de 2001 y fue el único que recordé siempre. Creo que me conmovió de verdad y parafraseando el cierre te diré: "Recuerda, corazón, que mi nombre empieza con "M" y que me gusta mucho tu poesía.
María Rosa León

11.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Héctor,a mí me impresionó este poema, no por lo que dice, si no por la forma en que lo fuiste desarrollando, me pareció irlo palpitanado de a tramos. Me encantó.

Liliana Chavez

11.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Tu poema tiene el sabor de una despedida,de un adiós, de una lejanía que nos va haciendo invisibles.Héctor, por más Octubres que pasen siempre oleran a nueces. Te digo con Almafuerte, NO TE DES POR VENCIDO NI AUN VENCIDO. Un gran abrazo y levántate en poemas tan hermosos como este.

OLIMPIA BORDES

12.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Perdidos los colores y el rastro, no existen más las huellas. La tristeza llama, se cierra la puerta y queda solamente el rastro de ese vino añejo; ha entrando el silencio.

Me ha impactado, no imagina cuanto.
Con admiración le saludo.

Sonia

12.7.08  
Blogger Marta Raquel Zabaleta said...

Hector:
Su poema es como una risa clara que se transparenta en el silencio de su dramatismo.
Bello poema.
Me gustaria ponerlo en uno de mis blogs, pero no se si puedo...
Le saluda afectuosamente

Marta Zabaleta.

12.7.08  
Blogger Avesdelcielo said...

Bellas imágenes donde se destiñe la fuerza y al hacernos invisibles, sólo queda el silencio de la derrota.
Con poemas como este, del autor nos vamos a acordar su nombre completo.
MARITA RAGOZZA

15.7.08  

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