Poema de Marta Cwielong
subo al mirador, a pesar del viento
me paro
ahí exactamente
que el océano me pueda
que arranque llanto
extiendo el ojo
saberse nada en la nada
darse vuelta y mirar
y ver lo mismo
halcones volando
ser la presa
que me tome en vuelo rasante
se eleve
y cuando la altura sea apropiada
me suelte
estrellarme así
9 Comments:
Estrellarse como ser gloria, buen poema/reflexión.
Un abrazo gus.
Sobrevuela cierto clima opresivo, cierta sensación de hecho irremisible y desesperado. Emotivo.
Marta: la inmensidad empequeñece, sensación única en esa soledad ruidosa. Tratá de gozarla sin que haya halcones y, si los hay, que no te vean como una presa, sí como
alguien tan fuerte como ellos. Un abrazo, Laura Betriz Chiesa.
¡Ay, qué vértigo, Marta! Cuanto más alto se sube más fuerte es la caída. Pero los poetas volamos sin alas, ¿para qué acudir al halcón?
Te mando un fuerte abrazo y toda mi admiración
María Rosa León
a cambio en el océano cabe tu ojo todo, no otra cosa la poesía. Ese es el rie(s)go, Marta...
Pere
La desesperanza, el olvido, el silencio y la nada.
Tremendo poema.
Sonia
como dice el poeta pere, en el ojo mio que escribe esta todo el océano su furia y su silencio..
Ahh! Mar, tu viaje al sur también te dió estos océanos...
mi abrazo permanente.
aldo.-
qué buen poema, marta. un abrazo,
roxana palacios
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