Prosa de Carlos Aguasaco
Del buen sentido
........De una tela de Cesar Vallejo
Debo decirte madre,
Que existe un lugar en el mundo al que todos llaman Nueva York
Un lugar alto y lejano y aún más alto
Más alto que la iglesia en el cerro de Monserrate y sus palomas sonámbulas
Más alto y lejano que el volcán en que pereció nuestra especie
y sus cenizas azules quemando nuestros rostros mestizos
Más lejano que yo mismo cuando fui a París a visitar a Vallejo
Más alto que Vallejo que ahora valleja a ras tierra
Alto y lejano como yo, visto desde abajo
Cuando salto desnudo a nadar en el Hudson
y encuentro inmigrantes tratando de alcanzar la costa
Sus cuerpos sin vida me llaman desde el fondo
Y yo les hablo de ti, madre
de la mariposa que se fue de tu vientre
del día en que soñaste que yo era un enano
Madre, este lugar en el mundo al que todos llaman Nueva York
No es París, pero tiene una dama francesa que le sonríe a Europa
Al otro lado del teléfono, mi madre me desea primaveras
Y aquí florecen las margaritas de plástico y sonríen las chicas con tetas de goma
Madre, no me ajustes el cuello para que empiece a nevar, sino para que cese de nevar
Déjame vagar por esta isla soberbia entre las luces del Show Business
Embriagarme a solas con tu ausencia y comienza a vivir cansada de mí
Ausente de mí, vacía de mí, sorda de mí, ciega de mí, muda de mí, insomne de mí
Bajo esta muralla de sombras
yace un Titanic de granito y un niño que llora en los trenes subterráneos
La madre de otro hombre lo despierta y se acuesta en su cama
Nosotros madre, somos de otro tiempo
Nuestra piel es cuero de tambor y jamás perderemos el acento
© Carlos Aguasaco
1 Comments:
Carlos: en tu escrito hay cierta magia, que un prosista como el suscripto, sabe degustar. Pese a lo doloroso del desarraigo, a las citas a Vallejo, a la contraposición con la Vieja Europa, en tu texto se cuela el espiritú de Auster, de Salinger e, incluso, de ese beodo genial: Bukowski. Bravo.
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