3.12.08

Poema de Eduardo Chaves


ADN

Viaja, a través de mí,
un ser que ha tenido muchos nombres.
Alguien de cuya sombra se han forjado puentes incontables
los que protegen los cauces de la sangre
en las venas azules que mi cuerpo recorren.
Soy el paso obligado hacia quién sabe qué constelaciones
el recodo indeciso
.. el penúltimo riesgo
.... el incierto eslabón
llave que abre una nueva puerta
a una pregunta ingrata.
En mí cabalgan rastros de antiguas ciudades
crímenes de soledad y lujuria comprada
voces .. promesas .. llanto
............. una unidad dispersa sobre un mapa de niebla
tal vez santos y mártires
.. toscos varones mustios
tal vez espinas de oro
dulzuras femeninas de conventos y ferias.

Si el tiempo fuera un libro
tendría entre sus páginas el índice sombrío
y en él sabría el modo, la causa verdadera
de esta inquietud que acaso no sea más que mi alma.
Pero soy sólo impulso
Nudo.. canción .. ceniza
.... estación.. sudor.. encrucijada
me deslizo entre piedras con un millón de nombres
sin respuestas ni alivio
agua que se bifurca hacia una luz cerrada
en el filo de un eco que retumba en la noche
como el grito perpetuo de una raíz amarga.

© Eduardo Chaves

5 Comments:

Blogger Mariano Shifman said...

Eduardo, ADN es, además de un poema excelso, una cosmogonía de sentimientos y de sentidos
Felicitaciones
Mariano Shifman

4.12.08  
Blogger fanny said...

Creo me estoy vlviendo loca, de tus palabras, estas palabras que se abren al universo se escucha tu voz, el sentimiento que le impirmes, la cadencia, la transpiración.
Sí, creo que me estoy volviendo loca: leerte es algo duro de asumir cuando del otro lado te conocí Hombre, como ninguno.

La Eva, la de tantos nombres y ocasos.

Un beso, en esta lejandía que arrima más nuestras cercanías.

Sensiblemente, Fanny

4.12.08  
Anonymous Anónimo said...

Eduardo: Es el libro que no tiene último capitulo, siempre se está escribiendo, lo estamos escribiendo para "pasarlo". Tal vez nos parezcamos a una Biblioteca, el libro va de cuerpo en cuerpo.Una interminable novela donde, siempre,aparece un nuevo personaje.Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

4.12.08  
Anonymous Anónimo said...

Eduardo: Esa energía unánime que grita en tu poema, que te permite er todos y nadie a la vez, te permite también ser más humano y comprensivo. Es el conocimiento del hemisferio derecho que se va develando. Muy interesante! Irene Marks

5.12.08  
Anonymous Anónimo said...

Bello y filosófico. Deslumbra la cadencia de su fluir. Excelente. Gracias.
Alicia Perrig

6.12.08  

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