Poema de María Amelia Diaz
GUERRA
Como un ejército de fantasmas de humo
remolcados por el viento espeso de un tiempo sin fronteras
marchan los hijos, los padres, los amantes,
los hombres rotos sometidos al servicio de la guerra,
una sucesión de hombres llorados largamente
desde la edad del grito imposible hasta el futuro
por mujeres de luto
que guardan bajo tierra su dolor antiguo
para beneficio de los monarcas de la sombra,
siempre bajo el mismo sol
ardiente o precario,
o bajo la misma lluvia
que las ciñe y las atrapa en medio del derrumbe
donde basta la metralla o la flecha
para que ellos se disuelvan sin fulgor hacia el olvido.
Nada detiene esas legiones de hombres
que contrajeron sus nupcias con la muerte
para cumplir con su insaciable apetito.
Nada de su propio cuerpo ya les pertenece,
quedaron atrás los pañuelos roídos por la lágrima ácida del llanto,
atrás quedó el hogar,
porque algo más urgente los aspira y los expulsa de este mundo
Ahora no hay prójimo ni después,
no hay descanso,
está la muerte sola
la muerte del otro
que es la propia muerte.
© María Amelia Diaz
4 Comments:
Toda la sinrazón de la guerra, presentada con trazos claros y desgarradores en tu poema, María Amelia.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León
La muerte del otro es nuestra propia muerte. Gran verdad María Amelía. Lástima que los jerarcas de la guerra jamás entenderán que la paz es la única salvaciónb de nuestra tierra. Sólo piensan en su riqueza y su poder.
Muy buen poema
Cariños
Marga
Excelente texto, María Amelia, como, en general, son los tuyos, en donde el mensaje es expresado con una insoboroable orientación poética. Un fuerte abrazo.
Jorge Luis Estrella
un poema que despierta imágenes dramáticas y lamentablemente ciertas. Alda Salzarulo
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