17.9.09

Poema de Lidia Vinciguerra



Ella mira la casa, estira el brazo
y pinta una hoja de acacia sobre el musgo de aquella pared
cargada de significados.

Las paredes de intemperie
rara vez reciben miradas detenidas en sus frentes.
Han de cifrar espacios de piedra
cuando se vuelven eternamente voluptuosas
e impresionistas.

(Lo contrario las desmorona)

A lo largo de los años las paredes alcanzan perpetuidad de grises
y esbozos de memoria.
Ningún exceso de lluvias presiente oscuridades
o acaso insoportables sumisiones.

(La casa está en pie. Ella alguna vez
se sintió niña en esa casa)


© Lidia Vinciguerra
Foto: Horacio Farroni

4 Comments:

Blogger Unknown said...

Un cuadro de texturas entre luces y sombras tu poema, que invita a imaginar y a estarse en paz en esa casa. Muy bueno, Lidia.
Un abrazo.

17.9.09  
Blogger Avesdelcielo said...

Personficación de una casa que toma la vida de quien la habitó. Me encantó.
MARITA RAGOZZA

18.9.09  
Blogger Unknown said...

Bellísimo!. Una casa plantada en la historia, a lo largo del tiempo,con la piel escrita por todo lo vivido en ella."eternamente voluptuosas e impresionistas". Una casa, una mujer, DE PIE.

18.9.09  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Qué gusto al leer este poema! Sinceramente bellísimo.

3.10.09  

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