Poema de Mónica Palla/Daniel Marino
como si tu barco tuviese por destino un puerto
lo amarras con firmes cabos a la tierra
y en sedentario hogar lo perviertes
pero fatalmente tocas su casco y percibes el agua que lo mece,
percibes esa maravillosa comunión
que ninguna amarra puede separar
y contemplas con pasmosa claridad,
cuando la fortuna te acompaña, tu fracaso.
© Mónica Palla/Daniel Marino
2 Comments:
David Antonio Sorbille dijo...
La vida misma a través de la imagen de un barco. Magnífico.
¡¡¡Los artistas como ustedes no conocen amarras y el destino de su barco es el infinito!!!
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León
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