Poema de Amalia Zacoutegui
FUGAZ
Que venga a mí, que llegue el vendaval que me destrone.
Que ocupe el fuego primero de mi hoguera
este temblor de pájaros que me salvan, esta herida bendita de lo incierto.
Apenas ayer, la certeza fue todas las emboscadas.
Hoy cae la lujosa molienda de una cascada de estrellas fragmentadas
y ya no sé decirme en nombre de mi nombre,
que se deshace, se disipa como un amor desgajado y abatido.
Que venga a mí el viento huracanado,
su cabello de flores olorosas, esa gasa que danza por sobre el precipicio,
en el aire que es beso y levedad de suspiros.
Hasta que mi voz al fin se desintegre,
hasta que mi fe se deje flotar entre los párpados y ya no me represente,
hasta que mi alma sea bosque rumoroso de enigmas,
un murmurar la fragilidad,
luciérnaga fugaz que destraza las sombras y se enciende.
© Amalia Zacoutegui
Poema de Salo Pasik
Pero también es la luz
de tu piel
que sacralizo, ese temblor,
esa plegaria,
el rito de los cuerpos
como un mantra.
El ojo de Dios en nuestros vientres
como un templo.
En nuestro amor
también hay paz y hasta milagro.
La bendición que llega
en cada beso
y un desborde de pájaros
cuando todo se detiene
para que todo sea
y sea todavía.
© Salo Pasik
Poema de Yadi Henao
ACERTIJO
En mi condición de mujer
tres oficios me fueron legados:
Prostituta
Cantante
y Monja
De los tres ejercí dos
con absoluta eficacia.
© Yadi Henao
Poema de Norma Segades
El rocío salvaje.
De qué lugar,
...........pregunto,
...........de qué piedra
brota este manantial
...........y cristaliza
astillas de silencio en mi fracaso
para manifestar que,
...........todavía,
hay espacios de greda en mis perfiles
donde sólo se encastran tus abrazos,
para gritar
...........que ya no soy mi nombre
si tu voz calla el eco sustantivo
de mi propio vocablo.
Que soy la cicatriz de lo que fuimos,
insolentando muros de tinieblas
con ojos fatigados,
cuando esta soledad no es,
...........ni siquiera,
la infamante mitad de mi nostalgia.
Y la ausencia me pesa más que nunca.
Y el recuerdo es la playa en que naufrago.
Que navego en mi amor,
...........a la deriva,
bajo esta gris llovizna que humedece
la textura salvaje de mis párpados.
Y que no habrá azucenas
...........ni palomas
ni sueños deshojando calendarios
porque,
...........sobre las últimas cenizas,
está cayendo,
...........sin cesar,
...........tu olvido,
como un rocío amargo
© Norma Segades
Poema de José Luis Visconti
duermo entre espinas
que dispusiste en la cama
la última vez
genero pesadillas en verdad
.......... dialectos que abandoné
..........en otras muertes
no me preocupa la sangre
ni las heridas
..........cicatrizo como de costumbre
en realidad, la sangre sí
y la saliva
y la acidez de cada noche
sin ellas soy piedra
empujada en el barranco
algunas noches percibo
ruidos extraños
..........quizás tu respiración
..........una exhalación de alivio
pero no me despiertan
intuyo que solo vuelve
para verificar los cactus
de la almohada
..........estoy tan quieto
..........que hasta ellos se alarman
lo mejor sería velar a los muertos
en tumbas abiertas
no así......... sin oraciones
el llanto es fácil
lo peor es desprenderse
.................... de los objetos
© José Luis Visconti
Poema de Laura Yasan
grado cero
el grado cero es un nido de urgencia en el centro del muro
una cría de cuervos el ombligo polar
el filo de sus alas puede cortar un reino en tiritas de nylon
bajan en línea recta con una extraordinaria percepción
del sur como lugar
como elemento
un trailer enganchado al siglo veintiuno
abre su catedral
...............SEXO FÁCIL
...............DROGAS DURAS
...............COMIDA RÁPIDA
con un fino concepto del sur como trastienda
como iglúes de chapa
sobra para envolver
una línea infinita con alambre de púa
en el desarmadero a voluntad
...............DROGAS RÁPIDAS
...............COMIDA FÁCIL
...............SEXO DURO
son infinitas las combinaciones
© Laura Yasan
Poema de María Sangüesa
ESTACIONES
Son filos aguzados los raíles
que desgarran mi ser, mi carne entera,
en este ir y venir de tantos trenes
sin un fin de trayecto en nuestras vidas.
Y pasan calendarios de pesares
como vientos plagados de amarguras
que empujan con manos transparentes
su piel de acero y de cristal transida.
Un puñado de ausencias y de adioses
se desgrana ya, gavilla inquieta,
en el beso que da la bienvenida.
En el fugaz cruzar de nuestro instante
ignoran los andenes nuestros pasos,
sin saber del amor que los habita.
© María Sangüesa
Foto: Patricio Coullery (Mocoretá -Corrientes-)
Poema de Amadeo Gravino
VARIACIONES SOBRE UNA CANCIÓN DE SERRAT Y
SOBRE FRAGMENTOS DE UN FILM DE FELLINI
El sol de Miró
-Amarillo y contento-
Camina por la tarde de incienso
(Desnuda como una adolescente)
Y su calor de 100.000 fósforos
Nos lacera la piel/los huesos y las uñas
El horizonte verde y azul
Se hamaca sobre los últimos techos de la ciudad
En un trapecio que cuelga del cielo
Poblado de golondrinas y estrellas
Debajo
El mar Mediterráneo muerde piedras y arena
(Pintadas por Dalí)
De pronto feroz
El viento sopla sus trompetas
Ante el agua celeste
Que lastima a los barcos dormidos
© Amadeo Gravino
Poema de Ricardo Venegas
¿Por qué no baja Dios
y nos abraza?© Ricardo Venegas
Poema de Silvia Palferro
Manos de Luna
............... a Mechita Chepalich
Indócilmente escurrido de aguas
pero de luna entre dos manos
el papel murmuraba. Multicolores
eran las formas del maché
que la mujer iba dando.
Vuelta en el silencio semiluz
desde su cocina
más allá amanzanada
de sobremesa y geishas también
ella se artesana
hasta contornear de claros
rojos su cintura.
Acaso ahora miniatura y mujer
fueran sin saberse aquí
como miradas:
estos revestidos ojos
míos de un tiempo
de infancia detenida.
© Silvia Palferro
Poema de Raquel Luisa Tepich
Amor Imaginario
Fluye mi sangre a ritmo vertiginoso.
Sin preguntas y respuestas.
Vehemencia sin término.
Reinados sin coronas.
Estallidos pasionales
sin patronos verídicos.
Fuegos sin llamas,
sin designar nombres,
arrumacos y ansiedad.
Uvas estoicas en la frutera,
no se deslizan ya entre dos
bocas famélicas y sedientas.
Navíos sin puertos.
¡¡¡Amor Imaginario!!!
© Raquel Luisa Tepich (Kellypocharaquel)
Poema de David Rosario Sorbille
UN CLARO EN EL BOSQUE .....“El secreto de la felicidad.....no es hacer siempre lo que se quiere.....sino querer siempre lo que se hace”...................León TolstoiEn medio de la noche estrellada escribo estas palabras ajustadas a una lectura que surge de una región de estepas y páginas inmortales.En medio del mundo que nunca duerme camino insomne por una hacienda donde nacieron hijos y nietos y las extensas y maravillosas Ana Karenina y Guerra y Paz.En medio de un bosque de fresnos tengo la certeza de encontrar el alma grande de un hombre en una simple tumba sin letrero que lo señale.© David Rosario Sorbille
Poema de Myrtha Milella
AGOSTO
Agosto se desliza
sin envidias
solo el perfume a poesías
y tres tragos de caña con ruda
Ahuyenta los espectros
que bailan sobre agosto
tres tragos de caña con ruda
y una vida lejos de penas
El silencio del invierno
aviva salamandras encendidas
en tardes ebrias de frío
donde el viento canta despedidas
Una franja de pájaros
circunda el horizonte
árboles que lamen la sombra
del rocío de la noche
para final de tristezas.
Caña con ruda: la ruda es una planta que se masera con caña, se toma en ayuna el 1º de agosto para aleje las penas
© Myrtha milella
Poema de Ramón Rojas Morel
NECESIDADPelear con los versospara que el poemano se transformeen lamento, vano,desilusión torpe...Quiero renacertenazmentecon alas vigorosaspara alcanzarel sueño niño...© Ramón Rojas Morel
Poema de Silvana Gangi
Y ella vio como se clavaban esos vidrios en sus ojos
Mientras cantaban los pajaritos
No creí que fuera a decir nunca te amo
Y te lo dije recién
Sabiendo que temblaba
No importará si tenia ganas de llorar
O si me vomitaba la realidad en la cara
Simplemente
Ahora me visualizaba con ganas
De tenerme una mortal finalidad
Y solo saber
Que me aspirarías al máximo
Ya termino de tener sueño hoy
Me pregunto si te preguntas algo
¿Quién sos?
Lo sé o no?
Pero no te miento cuando te digo lo que te digo
Solo te miro
Y te …
Quiero
Tanto.
© Silvana Gangi
Pintura: Mirna Celis
Poema de Silvia Mottes
Inevitable compañía
Inspiración. Te evoco.
Socavo las profundidades de mi alma
Indago al destino
Impiadosa, me inculpo al no encontrarte
Tal vez pasaste a mi lado y no te vi
Quizás mañana te presentes.
Solo me resta aguzar el oído
para escuchar tu melodiosa vos
Me hinco a tus pies suplicando
Sin ti no habrá poesía.
© Silvia Mottes (Foto Gustavo Tisocco -Jardín Botánico de Buenos Aires-)
Poema de Radamés Buffa Ferrari
ÁRBOLES
Árboles bajo el azúcar
del invierno y la sucesión
de José y Benjamín.
Lazos frágiles
entre las ramas azules
y el oído de las ramas.
Blanco de la noche
y arterias de lo blanco.
Maderas del faraón,
promesa de la tierra.
Los árboles eran árboles
y la nieve era nieve.
© Radamés Buffa Ferrari
Sobre Fotografía de Eva Lewitus (Enviada por el autor del poema)
Poema de Leonor Silvestri
La computadoraI
esta computadora
vieja inútil negra y gris
maleta llena de imágenes del pasado
que no quiero ver
comprada en Argentina por chirolas
negocio de monos
monos de república bananera
esta lata sin sentido que nadie quería
porque nadie quiere a las computadoras
excepto los nerds y yo no soy uno
este pedazo de basura sin efecto llena de bichos
alimentando a Billy Gates y sus socios
con la sangre que sobre ella derramo
esta computadora cuya letra E no anda bien
monstruo que me consume la vida y me aísla
esta computada es mi única
y mejor amiga en Galway
porque aquí escribo mis CVs
que entupidamente aún creo
me salvarán del la pobreza de
mi querido País del Tercer Mundo
porque aquí sobre la pantalla
escribo mis poemas.
juntas, ella y yo, vamos a lo largo de la playa
ella me navega más cerca de vos.
© Leonor Silvestri
Poema de Marcelo Juan Valenti
Vienen
de un mundo ajeno.
Para afianzar
su ser
han usurpado un vasto
espacio verde a los paseantes.
Observo,
mudo,
la mímica del juego.
© Marcelo Juan Valenti
Poema de Beatriz Martinelli
aparece cada tanto
........... sin molestar
................... sin premura
la palidez de la espera
el azul de la esperanza
aparece y es cierto
............. el rosado sereno
el rojo ardiente
el amarillo soberbio
aparece complaciendo
....... el recuerdo de una tarde
el fresco de tu sonrisa
la suavidad de tu mano
aparece y no creo
............. sea un delirio
sólo un poco
apagado de distancia
© Beatriz Martinelli
Poema de Nora Alicia Perusin
ZAMBA
Mi madre canta y un pañuelo
levanta el aire de la tarde
días de invierno, otoño
parecen detenerse alrededor de su voz
yo también me detengo
justo en el silencio de su garganta
© Nora Alicia Perusin
Poema de Ricardo Rubio
LOS VERSOS
Que permanezca para siempre
esta necesidad de pan y mariposas
y se asemejen los astros a las virtudes
por las que domador y fiera
... se toleran.
© Ricardo Rubio
Poema de Mary Acosta
ALUCINACION Alucinados mendigos, huérfanos de éxtasistrepan por las lianas fatales de trascendencia,simulando espirales sustanciosos de energía.Anclados en la tristeza, deslizan su fiebre giratoriaprofanando la cumbre del cielo.Aventureros del alma, trepan, resbalan,y se enroscan intermitentemente con una fuerza lamedoraa orillas de la conciencia.Unidos en el asombro husmean por doradas mejillasen busca de flirteos mentales,arrastran briznas de escalofríos y trituran con la angustia de los dientes,la presión irresistible de antiguos presagiosy la desintegración de una molécula viva sin término.© Mary Acosta
Poema de María Laura Coppié
PostalesTodavíasuena entre mi peloel viento sur.Aúnraspa la palma de mi manoel opaco perfildel viaje perfecto.Silvio susurraque si es precisohay que quemar el cielo.Y no me siento capaz.Ese cielo no debe perderse.Cóncavo,impecable,toca la punta de mis piesa la distancia,kilómetros entre alma y rutaque se diluyenen el insistente recuerdodel río aceradoque lava penas,riega soledades,florece los ojos y la memoria.Todavíasuena entre mi peloel viento sur.A las lágrimas,piadoso, las absorbe.Y me hace renacertodas las vecesque sea necesario.© María Laura CoppiéFoto: Horacio Farroni
Poema de Juan Carlos Rodríguez
Similar
Los ojos van desde el libro de Pilcher
hasta el fondo de la taberna.
Recordó puertos, partidas y mares.
La burbuja ausente lo trajo nuevamente
a las páginas sedosas.
Quedó vacío de excesos
mientras la uva maduraba.
Sabía que amaba de manera similar
mujeres, bibliotecas y bodegas.
© Juan Carlos Rodríguez
Poema de María Fischinger
Ciudad Moderna
Ríos de luces corriendo sobre asfalto,
un cielo gris que triste nos cobija.
Montañas de hierro y de concreto y
el sol alumbra detrás de una rendija.
Árboles tristes, refugiados de algún bosque.
Factorías que jamás duermen ni descansan,
perpetuamente saturando el aire de penuria,
absorbiendo la vital sustancia de la vida.
Trabajos que consumen las horas y los días.
Gente que se apresura en cumplir con sus deberes.
Humanos que viven para servir a la moneda
que sin alma y sin familia se quedaron.
© María Fischinger
Poema de Lydia Raquel Pistagnesi
Adormilado en medio de la huerta,
deshilachado andrajo indiferente,
con su sombrero de paja reclinado,
acobardado por vientos y tormentas.
Año tras año cuidando los cultivos
Pintura: porque alguien dispuso de su suerte.
Ha intentado volar como las aves,
juntar guijarros, bañarse en las acequias,
pero estático ve pasar la vida
sin comprender siquiera su belleza.
Fetiche que el tiempo ha derrumbado
Ya ni alcanza a divisar el horizonte
Pero…
Entre sus brazos desechos ve asombrado,
Que un nidal de gorriones ha anidado
La tibieza ahora habita sus rincones
............ Espantapájaros
© Lydia Raquel Pistagnesi
Pintura: Daniel Gargiulo (DANGAR)
Poema de Alda Salzarulo
Cuando las marionetas se enriquecen
en las voces del viento,
quisiera el alma ser menos sonora,
menos plural,
menos alma,
para no crecer sola en el silencio.
© Alda Salzarulo
Poema de Pablo Mora
Eugenia AlnaírEn sus siete años Surges de un horizonte de colores.Así te siento vegetal y niña.Hueles a pan de los ardientes hornosy a rosa bendecida por la aurora.De tus sienes desciende la esperanzay por eso pareces virgen lluvia,columpiando el tiempo en tus crinejas,sembrando de esperanza tu cintura.Eres beldad y en tus arpegios oigoel canto angelical de los arroyoscon las cinco vocales y los números.Cada vez que una tarde se nos pierdao al alba se le olvide despertarnosalzaremos el pan de tu alegría.© Pablo MoraFoto enviada por Pablo Mora
Poema de Yolí Fidanza
Escondidos tras velo y máscara
saben que la seda es engaño
destinada a caer
bajo el soplo del beso
que la túnica ansía someterse
al huracán del deseo.
© Yolí Fidanza
Poema de Iacyr Anderson Freitas
REGRESO
era preciso estar aquí
para tocar
... lo que resta todavía de esta tarde,
........... con sus patios,
sus casas,
y la misma y siempre inútil
revelación.
¿recordará el año, el minuto
que, visto ahora de estos campos,
inunda el piso de la sala, innumerable?
bajo tales arcadas, en esos flancos
... de piedra
................. y cal
irguieron un caserío, una estación
que surge de la grava
........... como cosa viva,
.... que tocada fuera
.................... por los ojos, en un asomo.
embarcaderos de café
.......... (destilando más que el zumo
más que el vértigo
....... más que los huesos
resecos de asombro y polvo
hasta un puerto
.................. ya perdido de su puesto)
embarcan ahora la pátina
entumecida de esta tarde.
me fue inútil estar aquí
en este patio
....... delante
de cosas muertas hace mucho
........ - hace mucho intolerables.
inútil palabra, inútil la letra
....................... que atraviesa
...... esa estancia mínima del tiempo
para fundar otra instancia, lumbre
que también se agota de florecer
.................... y a otro embarcadero
........ se aventura.
© Iacyr Anderson Freitas
Poema de Marizel Estonllo
Pausa
Entre la inmanencia y la trascendencia:
la gran metáfora humana,
esa pausa abierta en el suspenso de la travesía.
Nos apoyamos en los símbolos,
nos rodeamos de imágenes
y soportamos el diario coloquio de lo cotidiano
en el escenario donde espía el más allá.
Cuerpos, fantasmas , sueños , recuerdos ...
Convivimos entre una y otra vida,
entre una y otra forma,
entre una y otra situación,
en el frágil albergue del momento,
en esa pausa donde late lo infinito .
© Marizel Estonllo
Poema de Fernando Trejo
En el pecho mi corazón es una piedra
que golpea filosa entre los dientes
Ahora
bajo los límpidos silbidos de tu ausencia
derramo estas gotitas de ron
entre tus senos
ya desconocidos
© Fernando Trejo
Poema de Emilce Strucchi
La impía se regodea, igualmente
sin recato al pensar en sí
-por todos codiciada
de todos guarecida-,
y nos da los indicios de su fertilidad
sin embargo
yo me sueño incompleta de flores y frutos ajenos
en esta cavidad que me sostiene
me duele su bruñido astral
cuando despliega el desenfado,
su rebelión que taja y me sombrea
su hospitalidad
parca
me augura violentos anocheceres
con su entrega entrelenta
y su barbarie calidez
tan sosegada:
desquiciante.
© Emilce Strucchi
Poema de Juan Borges
LLAMAS INCENDIARIAS
se agazapan mis dedos
voy a desnudarte
bombas despedazadas por mis caricias
con mis dientes sedientos
voy arrancando tus heridas
todos los colores mas bravos brillando en tu mirada
y como cuchillos fusiladores
escucho tus gemidos
soy una ofrenda
para este rito profano de nuestros cuerpos...
© Juan Borges
Poema de Gabriela Delgado
Quijote
Los pasos de este itinerario
se cuentan por cientos.
Cuesta arriba siempre.
Pocas veces el amanecer
iluminando la cara.
No puedo detenerme
pese a la insistencia de mis males.
Esta vieja manera de sufrir
es lastre en mi alforja.
Mi alma está cansada de mi vida* y
se diluye en el poniente de un misterio.
Hace años debí haber abdicado
como tantos que desoyen el canto de la sirena.
Adivinador de mis caminos,
corazón en mano,
me lanzo cien veces al abismo.
Cien sueños deletrean el regreso.
No hay un solo hueso sano.
El gigante de viento me enfrenta
pero Rocinante ya no me acompaña.
© Gabriela Delgado
Poema de Carlos Kuraiem
En los días grises
los niños
pintan soles
en un papel
© Carlos Kuraiem
Poema de César Cantoni
20.07.05
(La gente prefirió, en general)
Es cierto, Cioran acorraló al demiurgo
hasta dejarlo sin respuestas,
pero su pensamiento fue tan devastador
que la gente prefirió, en general,
otras verdades a su verdad amarga,
una visión más amable e ilusoria de lo creado,
más complaciente con sus expectativas,
como quien se contempla de paso en un escaparate
y cree ver en el perfil grotesco
la belleza que no tiene.
© César Cantoni