Poema de Liliana León Trujillo
“El malecón”
Voy a recorrerlo con paso lento,
disfrutándolo después de unos rones.
Con nostalgia, melodía.
Tentadora como una jinetera encuadernada.
Lo voy a explorar con bronca,
con roña, desafiante.
Haciéndome la misteriosa, la espía.
Desgreñada por el viento.
Bañada por las olas audaces de un día de ciclón.
Más audaz yo.
Como un flautista de Hamelin habanero.
Sacando a las ratas de alguna manera, a todas.
Con mi guitarra destruida. Allí donde pasó la langosta.
No me la comí, –lo juro-.
Especulando con viajes en barco,
o por lo menos algo que flote.
Voy a caminar mi malecón,
con mesura, con ternura, hipoalergénica,
porque soy en extremo sensible.
Ignorando las banderas negras del jerarca.
la apocalipsis de sus guerras
y sus refugios,
que hicieron de la isla un queso Gruyere.
Voy a desandarlo
sin que alguien me prohíba todo.
Negando que somos conejos adiestrados,
saltando en la floresta,
esculturas desabridas,
cuerpos amoratados
exhibiendo el castigo que otra mano nos dio.
Voy a transitarlo consumida, desgastada,
aunque no me quede otra que arrastrarme.
Porque es un lugar largo, estrecho y caluroso.
Voy a circular aunque este fuera
de la geometría Euclidiana.
Con autómatas cumplidores de tareas
y gente resignada.
Empujadas al entusiasmo o a la hoguera.
Voy a padecerlo, taconearlo, patearlo,
a veces con luto y pesadilla, a veces entusiasta.
Y un consejo gratis aclarando…
No te mueras lentamente, muérete de repente.
Así la liberación será espontánea.
© Liliana León Trujillo
8 Comments:
¡Impresionante! Tiene muchísima fuerza, y unas imágenes realmente originales. Muy bueno el cambio final, de la 3ª persona a la 2ª, que devela al verdadero receptor del yo poético. Gracias. Adriana Maggio
Increibles lineas que nos llevan al burdel mas barato en la orilla del malecon, el aroma perdido en un hotelucho, o la marca de ella dejada en un espejo como su besos en mi cuerpo, el descuido de ambos al rayar el sol las olas se volcaron a sus cuerpos, estos estan copulando en la orilla como cangrejos y tortugas por no tener dinero como pagar el hotel y las olas recogieron los fluidos de ambos y la langosta de la llevo al fondo entre algas marinas, extraordinario, maravilloso;momentos sublimes del amor, la entrega al sexo, a la muerte con aceptacion y donde ambos aprendieron de lecho blando de la arena.
Chinca Salas
La liberación espontánea por vía de una muerte rápida.
¡Qué fuerza tiene tu poema, Liliana!
Aplausos y un beso grande
María Rosa León
Liliana, cuánto vigor, me agradó todo el recorrido del poema.
Abrazos
Betty
Fuerte, bello, nostálgico.
Gracias por escribir así.
Un abrazo,
Alicia Márquez
!Contundente!
Una catarata de imágenes y acciones que nos van conduciendo a la historia del malecón, los hechos que en él sucedieron, el dolor que se sufrió . Y además la fantasía , que echa a volar en el viento y nos trasporta, como una liberación.No olvidaré mencionar la presencia permanente de la muerte, porque el malecón también está mostrado en su aspecto más tenebroso, y personificado. Sólo lo heroico y lo terrible puede transcurrir allí, de ahí ese grito de "Muérete de repente". Mucha fuerza en tu poema, mucha atmósfera, una verdadera joya. Irene Marks
Increíble poema , desgarradora inspiración en estas letras, mientras lo leo parece que voy reviviendo cada tramo, cuanta nostalgia, cuanta ira, cuanto amor y dolor.
Cuantas vivencias ocultas en cada recodo, ese malecón que mira de frente a una ciudad otrora deslumbrante , que se desploma, que va muriendo y que se pierde…
Hermosas tus letras, tu fuerza y pasión
Te felicito
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