Poema de Marizel Estonllo
Un Recuerdo
El amor comienza con una mirada
Que sostiene la eternidad.
Apareciste tocando un sueño en el espejo.
Hay detalles que pretenden signar un orden que cambia
Como la figura de la angustia entre las telarañas de un desván.
Entonces fui la trapecista en el montaje del enigma
O la acróbata del deseo
Entre los saltos de la memoria
suspendida del abismo.
Quise dejarte el saldo de mi recuerdo
Con miradas encantadas de sombras
en los puertos del amor.
No quiero arrepentirme de no haberte amado.
Me he dormido en la envoltura de tu piel
en el lecho desconocido
de preguntas imposibles.
Un grito sacude una vieja adoración
Y me fundo en el deseo de desearte
Y soy algo más que un llamado repetido en la niebla.
Hay rituales que encadenan la distancia
En las formas de la humedad de los libros de un templo medieval.
No quiero que tengas el privilegio de no haberme amado.
Porque una sombra
puede ajustarse a los pliegues de un recuerdo
y el olvido puede ser el dolor de un traje abandonado.
Algo deja el espacio en torno de si mismo
Y una espiga se quiebra por el salto de un animal ensangrentado.
© Marizel Estonllo
1 Comments:
En lo profundo me encuentro, y en estos versos tuyos!
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