Poema de Amalia Zacoutegui

VESTIGIOS

"Eres sustancia de lejanía"
Vicente Huidobro

No lo sé. No recuerdo mi nombre de pájaro tallado en el olvido.
Inútil excavar las fogatas en ruinas,
los viejos cuadernos aromados de infancia,
los dedos que bordan durazneros
y maduran su esperar por la delicia.
Corre la siembra. Arde el oro de la tarde como una bestia hambrienta.
Apenas nos rozamos. Sólo veo sus gasas perderse apresuradas.
Como una exhalación refulgen pastizales.
Los árboles de todo el amor, cada uno de los trinos,
ya son un vértigo azul inalcanzable.
Asir la nada, crispar las manos tan sólo sobre el humo,
perseguir el jadeo del corcel que es blancura relumbrando en la mirada.
Y no reconocerme.
Saber que ya no, que hubo un día,
que el tiempo rodó, sangró y aún sigue templándose el acero.
Ser esa nada que tiembla de promesa,
el alma como grito de luz fragmentando el asfalto,
una música de selva inexplorada,
un hondo verde despertando en las sombras,
un girar de algas turquezas en la boca
de este océano que hace crujir el azogue cuando brama.
No recuerdo mi nombre, sin embargo él no cesa de buscarme
en los vestigios de la piel, en esa evanescencia,
en aquella rota mansedumbre que como fuego voraz nos incendiaba.

© Amalia Zacoutegui