Poema de Miguel Madrid
ERES
Terminó la lujuria de la noche,
cuando mi manos se hastiaron
de recorrer los accidentes
de ese cuerpo alquilado.
Deseo saciado, fugaz engaño.
Recuerdo el de tu tersura,
en la belleza de las formas,
tu incondicional entrega
en el beso del éxtasis.
A ti yaciente,
en la prolongación
del acto sublime.
En la gozosa calma
que precede al inicio
de nuevas y amorosas caricias.
No recuerdo
ni un rasgo de su cara,
sería igual a tantas otras.
No podré ni quiero encontrar
en ninguna,
la mirada de tu vida.
No pude evitar llorar
sobre su sudor, ajeno, extraño.
Tengo en el sabor
de mi boca,
la dulzura de tus mieles.
Sigues a mi lado
aunque no estés,
estás presente
aún al haber partido.
© Miguel Madrid
5 Comments:
David Antonio Sorbille dijo...
Maravilloso poema, Miguel. Emotivo y trascendente. Un abrazo.
Un pasado que se vuelve presente y a la vez, eternidad. Memoria emotiva, evocación profunda que trae ante el espejo los recuerdos.
El recuerdo siempre está en nosotros, bello poema
abrazos
Elisabet
Querido Miguel,
una dulce evocación del amor ausente que sabe a "mieles". Felicitaciones.
un gran abrazo
Elisa Dejistani
Dejala partir Miguel, asi tu poema deja de sangrar. Un abrazo de Milagros
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