4.5.10

Prosa de Sonia Quevedo



CUANDO LA OSCURIDAD

Como todas las noches cuando es profundo el silencio, lentamente, ella, iba marcando sus huellas.
La tristeza de sus ojos le acompañaba por siempre en un silencio sin límites; profunda la oscuridad engalanaba la noche, y el viento, con quietud no acostumbrada le rodeaba la forma.
Era nueva la luna por esos días de junio que sin mirar observaba prolongarse la silueta, las sombras de guayacanes y multitudes de estrellas. Ella, simplemente pensaba en los besos recibidos ignorando su suerte.
Seguía marcando huellas con la lentitud de siempre, y los pensamientos nuevos, que la realidad le arrancaba impidiéndole sentir, iracundos los ojos que estaban fijos en ella.
Continuaba loma arriba respirando entrecortado, esperando alcanzar al fin el portal de la casa; a medida que guardaba entre el corpiño de encajes las delicadas caricias.
El viejo árbol de mango protegía su forma silenciando sus pasos, como queriendo ahuyentar lo doloroso y brutal; los golpes que conocía.
Y así, como todas las noches, los disgustos se daban igual que subían de tono entrelazadas las voces, mientras a la pequeña el padre pedía:
A la casa, en silencio y usted nada ha visto mi niña.



© Sonia Quevedo

8 Comments:

Blogger Mónica Angelino said...

Duro, muy duro, pega fuerte.

Besosssss

4.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Como siempre, Sonia, tus textos cargados del dolor de los recuerdos de una infancia con todos los miedos y fantasías que pueblan el mundo del niño.
En la crudeza de esta proza está su más pura belleza.
Aplausos y besos
María Rosa León

4.5.10  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Duro texto, muy bueno.

abrazos
Elisabet

5.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Terrible. Bien logrado
Abrazo
Alicia Perrig

9.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Què forma de escribir lo que sòlo la vivencia guarda. Tierno final y certero.

Besos Sonia.

Andrea

14.5.10  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Sonia, tantos niños que nada han visto... tantas madres recibiendo golpes cuando sólo esperaban un poco de amor. Duro poema, pero muy necesario. Como siempre se te quiere y, inevitablemente, se te admira.

16.5.10  
Anonymous Anónimo said...

Sonia, mi corazón de madre , luego de leer este poema, quiere solo un salvataje de amor para lo que queda de esa niña. Aunque duro, el poema despierta ese sentimiento que te ofrezco.
Susana Giraudo

28.5.10  
Anonymous Sonia Quevedo said...

Gracias a todos por pasar por mis letras, sentirlas y plasmar su huella.
Gracias y enorme abrazo.
Sonia

28.5.10  

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