Poema de Luis Benítez
KUSTENDJE, A ORILLAS DEL MAR NEGRO
...................A José Kozer
Me decías en tu carta que es bella Kustendjé,
cuando los chinos y el viento llegan del Mar Negro
y que no lejos de la estación de ómnibus
hay una piedra donde -te dijeron- se sentaba Ovidio
cuando se llamaba Tomis y era su destierro.
Nadie, la divinidad, nos salve del favor de los poderosos,
que de los cambios no se salva nadie.
Que ayer demolieron la última estatua de Lenín
y que en Tomis él lloraba la Roma nocturna,
risueña, la frívola lectura de poemas de amor,
la arrepentida resaca del mediodía siguiente,
cuando con otros ociosos comentaba licencias,
conquistas o rechazos, en los baños o en las calles
de un mundo que reía para siempre.
Me decías en tu carta que todavía murmuran poco inglés
y que mientras hablaba solo y espantaba las gallinas
con la voz de sus hexámetros, seguía siendo Ovidio
aquel viejo andrajoso, el mismo que otras ropas
y cabellos y perfumes presentaron a Augusto.
Que ya sabías por qué las piedras y los versos
cambian, cuando cambia la mirada, así como
-antes de la metamorfosis- Ovidio supo
por qué la poesía le interesa a nadie.
© Luis Benítez
4 Comments:
Poema maduro y rico que centra su pensamiento en los cambios o en las metamorfosis, sin olvidar a Ovidio. Logradísimo es el verso que dice con nostalgia acerca del mund en que se reía para siempre..
MARITA RAGOZZA
!gran poema!
Besossssssss
Muy hermoso, me encantó. Felicitaciones, un beso.
La poesía no le interesa a nadie, como bien sabía Ovidio, pero mientras haya en el mundo un José Kozer o un Luis Benítez, podemos seguir respirando poesía. Lamento que otros se lo pierdan. Rubén VedovaLDI
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