Poema de Merche Monroy

Restos de versos

Verteré piedras enloquecidas,
sobre el socavón
del millar de perdigones que lanzaste contra mi espalda,
para darme al vaivén de la existencia, sin perder el equilibrio.
Permaneceré sagaz en la espera del encuentro
y encontrare tu sombra precaria, abofeteando mi espera oscura.
Trasquilare un almendro
para encontrar la luz en flor, sobre tu vientre,
y surcar almohadas de niebla asesina, sobre tu pecho.
Te desarmare y serás mío.
Moribunda, creare existencia
y apaleare a la muerte,
para tomar tus manos huecas.
Para acariciar tu lengua,
para olerte, entre mi colchón y nuestros húmedos jadeos.

No eres para mí.
Tu voz, vuelca en mi regazo su vocación de espinas,
y mi deseo, pesa como un ataúd de sueños vencidos.
Te vuelvo a lamer y me despido.
La madrugada va dejando, tras de ti,
poesías sucias y sordas
en el interior de un vaso.

…un sorbo amargo
y restos de versos sangrantes, retorciéndose en mi paladar.


© Merche Monroy