20.8.10

Poema de Patricia Corrales


Nombre de reina me puso mi padre,
¿Qué pretendía ese hombre al que no supe entender
y ya es tarde?
Nombre que escondo entre mis secretos
Tres y dos apellidos, ¿hacía falta o solo tuvo la intención de no perderme?
Naci el día que los pájaros sobrevolaron los Andes,
aves de metal y con atisbo de valiente,
también me mude al rio de los pájaros
donde mi horizonte no avistaba este futuro
y el murmullo de eros, trajo el amor a mi vida
De sangre con panza verde, corazón de leona y muecas de pato
Me sume a los infiernos y pelee contra todos los enojos del diablo,
lo vencí, estoy convencida
Me traigo los recuerdos, no influyen en la diaria
sólo es saber la cola del barrilete.
Paso el calendario, la hojarasca del tiempo,
recolectando afectos creo mi único tesoro,
escribo en hojas de papel que juegan piruetas en el sueño
me animo sin ira a los inválidos de alma
dibujo un silencio para volver a crearme
siguiendo la magia de lo que me queda de vida
y cuando llegue el día viajare los cielos solo para volver a verte


© Corrales Patricia

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

un poema fuerte que me traspaso el alma.
Una potencia en los versos ... "dibujo el silencio para volver a crearme"

Dolor que se recrea en quién lo lee.

saludos
Silvana Merlo

20.8.10  
Blogger ©Claudia Isabel said...

Patricia, me gustó leerlo, un placer!

21.8.10  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Patricia, hermosas y nostálgicas tus letras.

21.8.10  
Anonymous Betty Badaui said...

Patricia, buen humor en el comienzo con una pincelada de ironía; y un recorrido de vida que finaliza con la sabiduría de atesorar afectos y dejar piruetas en un papel blanco, ¡y qué piruetas!bello poema, la sencillez con su mejor ropaje.
Un abrazo
Betty

21.8.10  
Anonymous Anónimo said...

Querida Patri: Estar convencida de haber vencido al diablo no es poca cosa. Leí con enorme placer tu texto que es bien complicadito. Fui y vine por paisajes internos de notable intensidad.
Tenemos que vernos. El martes 3, la hermosa multitud no nos permitió siquiera darnos un abrazo.
Te mando uno ahora, fuerte, fuerte.

Jorge Luis Estrella

21.8.10  
Blogger Unknown said...

Patricia
he sentido tu poema como una historia personal y secreta, un viaje por tu propio corazón y has logrado que te acomañe con mi asombro mientras disfruto de cada una de tus palabras. Muy bello. Eduardo Chaves

22.8.10  

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