21.9.10

Poema de Silvia Loustau


Desmemoria de la lluvia

esta caja vacía donde durmió una muñeca
es un ataud abandonado por la muerte

con su aroma de peluca encolada
esa tristeza de bucles aplastados
flota otra vez al levantar la tapa

crecido en la frugalidad de la memora
el olvido se niega en sus ojos oscuros
donde el vidrió lloró ternura

aquí no está el dolor
sino en el basural / en el camino negro
con una sola pierna/ sonrisa astillada
los dedos rotos/ vestigio del pie
un botón piadoso sostiene
sucio el zapatito de badana quebrada.

ni la desmemoria de la lluvia
ni soles/ ni manoseos
han borrado la marca de un beso
sobre la lágrima pintada en su mejilla.

© Silvia Loustau

11 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy muy bueno, Silvia
Palabra fuerte y exacta
el abrazo
jorge ariel madrazo

21.9.10  
Blogger Mónica Angelino said...

Qué buen poema Silvia. Y eso beso sobre la lágrima pintada en la mejilla !muy bueno!

Besosssssssssss

22.9.10  
Blogger Leonor Mauvecin said...

doloroso y conmovedor , me gustó Leonor

24.9.10  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Un poema estremecedor. Es como ver el mundo a través de una lágrima. Un abrazo.

24.9.10  
Blogger catalinaladivina said...

Aquí hay algo muy intenso,
como una perla ,como una lágrima.
La tomo entre las manos de mi alma ,con delicadeza.Tu poema es mucho más que las palabras.

24.9.10  
Blogger Marta Raquel Zabaleta said...

Muy triste pero tan real...
Saludos
Marta Zabaleta

24.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Silvia hasta la muerte nos abandona,ni el olvido escribira nuestro nombre en las cenizas,la muñeca es la lagrima solitaria del suicida.
Silvia nunca dejes de impactarnos con tus poemas.
Leonardo Herrmann

25.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Por Dios Silvia! Qué poema! Me has conmovido. Alda Salzarulo

26.9.10  
Anonymous Anónimo said...

Silvia, muy conmovedor, "terrible" y pleno de belleza este poema.

Un abrazo

Amalia M. Abaria

26.9.10  
Anonymous galáctica said...

Silvia:¡qué poema! La caja que guardó a la muñeca, es la infancia perdida, y esos bucles aplastados, esos ojos de vidrio, nos conmueven, como las muñecas antiguas que nuestras madres a veces nos regalaban y que habían sido suyas. El final es terrible, con los destrozos de la vida, y esa lágrima que nos toca el alma con su ternura y su autenticidad. La muñeca que es fiel pese a todo. Hay muchas connotaciones en este poema. También , como esta muñeca, hay muchas niñas y mujeres destrozadas, que aún conservan las lágrimas porque no les han robado el corazón. Excelente poema Irene Marks

27.9.10  
Blogger deliteraturayalgomas-2 said...

Me conmovió, hermoso, tierno y fuerte a la vez.
Un gran abrazo
Betty

28.9.10  

Publicar un comentario

<< Home