8.10.10

Prosa de Elvira Alejandra Quintero


La ciudad

I

LA CIUDAD se fatiga a la hora de los besos.
La hora del encuentro y paseo por los andenes cuando el cielo, recuerda lejano la soledad de siempre y pone a cabalgar fantasmas en su noche.

La ciudad se posa, eterna, a recordar las voces carcomidas del crepúsculo transitando despacio hacia el abismo.
No bastan las palabras que habitan las paredes, ni la sonrisa muerta en las estatuas.
Ni el hijo de nadie -su historia por los buses-
El hijo de siempre contado en los periódicos.

En la hora de los besos
La ciudad nos parte el pasado y la ternura
Y nos confunde la angustia cotidiana.


© Elvira Alejandra Quintero

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Cuando la ciudad y la angustia cotidiana coinciden en tiempo y espacio, surge el poema, Elvira.
¡Muy bueno tu poema!
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León

9.10.10  
Anonymous Anónimo said...

Una foto de ciudad, historias cotidianas con su fatiga, su tedio, su locura....a la hora de los besos.
Muy bueno tu poema, Elvira. Gracias por compartirlo. Liliana Lapadula

14.10.10  

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