7.1.11

Poema de Víctor Marcelo Clementi


Aquello que no se nombra

No podés andar por la vida
seduciendo inpunemente
así de sediciosa.

Algo tan bello deja siempre sabor a poco.
Encuentro la miseria que declaré perdida,
mejor dicho, vuelve, como un mendigo
a la puerta de mi alma.

Las horas atadas a un barrilete
y justo vos, hechicera, soplás invisible.

Otra vez aprendí que no existe
el para siempre, sin embargo empecino
y me inyecto magia, fumo duendes
bebo sexo con hadas...

¿por qué escapás si nunca te vi?

© Víctor Marcelo Clementi

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Qué placer leer este buenísimo poema mágico!

Un abrazo,

Alicia Márquez

7.1.11  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué bello!
Atemos las horas a los barriletes, así, justo, sopla invisible lo que nos hechice!
Gracias!!!

7.1.11  
Anonymous Anónimo said...

Tu poesía, siempre tan especial, tan original,que en este poema en especial late en el verso final. Me gustó, mucho. Un beso Víctor...

Lily Chavez

7.1.11  
Anonymous Anónimo said...

Víctor.
no me asombra, sí me embelesa leer este poema tuyo;
un beso
susana rozas

18.1.11  

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