Poema de Víctor Marcelo Clementi
Aquello que no se nombra
No podés andar por la vida
seduciendo inpunemente
así de sediciosa.
Algo tan bello deja siempre sabor a poco.
Encuentro la miseria que declaré perdida,
mejor dicho, vuelve, como un mendigo
a la puerta de mi alma.
Las horas atadas a un barrilete
y justo vos, hechicera, soplás invisible.
Otra vez aprendí que no existe
el para siempre, sin embargo empecino
y me inyecto magia, fumo duendes
bebo sexo con hadas...
¿por qué escapás si nunca te vi?
© Víctor Marcelo Clementi
4 Comments:
¡Qué placer leer este buenísimo poema mágico!
Un abrazo,
Alicia Márquez
¡Qué bello!
Atemos las horas a los barriletes, así, justo, sopla invisible lo que nos hechice!
Gracias!!!
Tu poesía, siempre tan especial, tan original,que en este poema en especial late en el verso final. Me gustó, mucho. Un beso Víctor...
Lily Chavez
Víctor.
no me asombra, sí me embelesa leer este poema tuyo;
un beso
susana rozas
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