27.3.11

Prosa de Gustavo Olaiz


El digno osario

Ayudado por su gran memoria el elefante se dirigió al único lugar donde los demás lo dejarían solo.

Un elefante no entra a un cementerio salvo si quiere morir.
Pasos decididamente lentos mueven las columnas de sus patas, su andar arenoso.
Se deja caer como un mundo en el lugar elegido.
Una montaña gris respirando lentamente.
Tal vez sea derecho, tiene el colmillo de ese lado más desgastado.
Deja un ojo en tierra, el otro apuntando al cielo. El cielo que revolotean los buitres volando en círculos.
Esqueletos blanqueados al sol, por los carroñeros, por el tiempo. Ruinas blancas de otras vidas.
La manada lo sigue a unos centenares de metros de distancia. Sin embargo no penetran el campo de las enormes osamentas. Están afuera esperando. Cuando lo ven inmóvil, tirado a un costado pronuncian los más viejos un profundo bramido que los hombres y los animales de menor tamaño no pueden escuchar, no alcanzan a oír. Un sonido de muy baja frecuencia. El quejido sordo de la sabana, ¡un elefante está muriendo! Es el ulular de un buque, las orejas flamean extendidas. Formados en abanico, las demás bestias de la manada le dedican una última mirada. Y se retiran solemnemente.

Criatura yunque, bestia imán con conciencia de la muerte.
Imágenes caóticas se suceden en la mente del animal, se ve peleando, nadando de noche bajo la luna. Empieza a delirar.
La muerte se toma su tiempo para dominar sus toneladas.

© Gustavo Olaiz
Imágen enviada por el autor

4 Comments:

Blogger galáctica said...

Este poema es desgarrador, una narración que nos penetra, un sentimiento que nos lleva a estar con el elefante en su muerte sin disfraces, efectuada en el lugar que él mismo elige, ese cementerio que a las claras manifiesta su destino. El título "osario digno" refleja con gran fidelidad lo que sucede. ¿Cuántos humanos pueden morir de esta forma, tan dignamente, tan a sabiendas, eligiendo el lugar, el momento?Hermosísimo Irene Marks

27.3.11  
Anonymous Anónimo said...

que buennnnn poema!!!!!!!!!!, me encantó, equilibrado, con metáforas hermosas, prosa poética, y el tema es geanil, muy bueno. Juan Lucas Andrín.

27.3.11  
Anonymous Anónimo said...

muy bien escrito este ejemplo de vida y muerte, del cual los humanos tenemos tanto que aprender.
muy original y sabio poema
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

31.3.11  
Blogger lauravazquez said...

No podía irme a descansar, sin aprender algo que no contaba en mi haber.
Y lo agradezco.
Brillante poema.
Un abrazo

2.4.11  

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