Poema de Graciela Wencelblat
No ocurre nada.
Aunque el otoño
trae el crujir de sus ojos
que caen sobre el cuerpo
de la rubia.
Las mañanas despiertan
asustadas del amor que no retiene
...................................... la noche.
Se esconde el abrazo en los pliegues
........................................ del día
Cuesta decidir con tantas lágrimas
clavadas en la espalda.
© Graciela Wencelblat
17 Comments:
No ocurre nada y ocurre todo, Graciela, en este poema de amor que casi no es amor.
¡Bellísimo!
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
David Antonio Sorbille dijo...
Me impactó tu poema, Graciela. Un abrazo.
muy bueno Graciela , un momento subjetivo expresado con plena intensidad ,Marizel Estonllo
Eso de las lágrimas clavadas en la espalda amiga, una belleza que solo agrega más esplendor al resto.
Un abrazo desde
Lily Chavez
Un poema dolido pero bello casi como el otoño Un abrazo Graciela
Muy bello Graciela, una pintura del alma en los ocres dorados del amanecer.
"Cuesta decidir con tantas lágrimas
que caen sobre el cuerpo
de la rubia"
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Cuánta luz en los primeros versos Graciela!
Bella imagen, muy bella, acompaña tu poema,
Besos a vos y a Gus, Montse Bertrán
No ocurre nada, pero sucede la memoria de las cosas que amamos y que duelen en este poema de abstracciones tristes...
José Manuel Solá
[Puerto Rico]
Hermoso poema, desconsolado y profundo. Gracias. Un besito. Adriana Maggio
Bello poema Graciela, como el otoño, como el amor. Un beso. Miguel Madrid
Graciela
ocurre nada y todo, ocurre la vida con sus continuas sombras y destellos de luz. Tu poema es bello y profundo, toca lo más sensible del corazón. Gracias. Eduardo Chaves
Esas lágrimas clavadas en la espalda son lo qué mas duele. Triste poema que cuenta, sin contarla, una triste historia.
Celina
Casi me lograste hacerme sentir, desde adentro, esas lágrimas tan bien "clavadas".
Un poema sin sobrantes. Ajustado, preciso.
Cariños
Gra Bucci
Graciela: las lágrimas en este poema cobran su verdadera dimensión, son "auténticas" expresiones de dolor, las reinventás, como si por obra de la sinestesia, las lágrimas tuvieran esa presencia con peso , calor, formas, expresión líquida que se solidifica en dolor puro. Logradísimo Irene Marks
Querida Grace,
un poema que transita el ocre del otoño, el crepitar de un amor que huye en la mañana, el llanto que se siente como una herida abierta en la espalda, casi como una traición. Imágenes desgarradoras que conmueven y dejan huella en quien te lee. Muy bueno!
Te felicito.
abrazote
Elisa Dejistani
la intención oculta de que ocurra todo y esconder clavadas las lágrimas¡bárbaro!
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
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