Prosa de Diana Poblet
plásticos inmortales
Esa costumbre voraz de hociquear las ausencias con ojos anodinos. Invención postmoderna del amable paraguas antes de la primera gota, apagando la pimienta insolente del estruendo que sugieren las pérdidas.
Aliviados porque hoy, a pesar de todo, estamos vivos.
Es muy incierto que lo estemos.
Hemos muerto en cada grillo, en cada bomba. Hemos muerto en cada mariposa de colección, en cada niño olvidando el camino a casa. Hemos muerto en cada hipodérmica a la gloria.
Y son tantas muertes esquivadas por la fragilidad de la memoria, que de pronto, nos encumbramos inmortales, obteniendo la copa de la supervivencia.
Sin saber qué hacer con ella. Sosteniéndola en un breve ataque de pánico.
Es tan poco posible trepar a la montaña que se alza ante nosotros que decidimos pernoctar eternamente en el valle. Comiendo manzanas, recontando hormigas, buscando denodadamente el agujero adonde ocultamos el grito; nuestro último ¡qué barbaridad!, yace aplastado en nuestra carpeta de secundaria junto a una flor seca de rododendro.
Para arribar luego, al vestíbulo de lo temido. Encontrar lo buscado reflejándonos sin maquillaje en los ojos de nuestros hijos.
Y no poder explicar.
Y no saber explicarlo.
Y desconocer en cuál momento, nosotros, extraviamos esa mirada.
Aquella, la de asombro, la que nos volvía tan vulnerablemente humanos.
© Diana Poblet
23 Comments:
Diana, quedé atrapada en tu poema, sintiéndome vulnerablemente humana. Qué buen texto.
Cariños
Andrea
este poema tiene reminisencias de cuanto se ama todo lo que tiene vida y no asepta que no padamos dar una explicación porque matamos de apoco la humanidad , la misma vida que no tiene explicacion
maria elena tolosa
Llena de humanidad esa mirada tuya, Diana.
Besosssssssss
Gracias Andrea por tus palabras y tu tiempo. Con mi abrazo.
d.
Gracias por tu paso maria elena y por tu tiempo.
Con mi abrazo,
d.
Gracias Mónica!, con mi abrazo,
d.
He sido vulnerable a tu "plásticos inmortales", querida Diana. Y este lector tuyo se complace por ello.
Rolánguido Revánguila
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Ser tan vulnerablemente humanos...
Eso nos hace grandes.
Excelente tu prosa y tu mensaje.
Felicitaciones con cariño
María
Grande, chiquilla, grande.
Te felicito
Marta
Diana
un texto que enaltece nuestra condición humana, sus sombras y sus luces, el camino sorprendente que nos toca transitar. Hermoso. Eduardo Chaves
Un texto amargo que tiene la dulzura de un bello texto diciendo profundas verdades.Gracias, querida Diana.
Jorge Luis Estrella
Gracias Rolánguido, extraño a tu araña, no creo que la hayas matado del todo aún. Gracias por tu tiempo.
Con mi abrazo,
d.
Gracias María por el tiempo que has detenido aquí.
d.
Marta Zabaleta, gracias por leer y comentar cuando tu voz es tan importante en mi vida. Con mi abrazo de otoño a tu primavera.
d.
Gracias Eduardo porque tu comentario, alumbra. Con mi abrazo,
d.
Gracias Jorge por tu tiempo, se te extraña.Con mi abrazo,
d.
Y no tiene explicación, Diana. Porque fuimos inevitablemente humanos y probablemente no queríamos o no podíamos ver lo inexplicablemente inhumano.
Hermoso texto el tuyo, indefectiblemente humano.
Celina
David Antonio Sorbille dijo...
Querida Diana, sumo mi pequeño granito de arena al comentario unánime de los amigos colegas. Excelente poema!!!. Un abrazo.
Diana, dilata el asombro tantas verdades tremendas y la belleza del texto, como oponiéndose,
Es un gusto leerte, es un gusto saludarte
Betty
Querida Diana, vaya a saberse si realmente perdimos esa mirada infantil; mitad asombro, mitad inocencia. Tal vez para enfrentar tanto horror que anestesia, deberíamos jugar a que somos niños de nuevo ¿Si?
Fue un placer leer tu poema Diana, lo releí.
Abrazo
Alicia Borgogno
Hablas de lo amargo y de lo inexplicable, de lo humano. Y sin embargo es bello lo que escribes.
Un abrazo,
Magdalena Guerrero
es verdad, como la vida nos vuelve insensibles, hasta que miramos el pasado para valorar las esencias perdidas,
¡muy lindo!
saludos
Anahí
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