26.6.11

Poema de Marta Braier


¿ No hay dioses en este sitio de mi estar?

¿No hay dioses en este sitio de mi estar?
Sin embargo, en el cielo se ha extendido
un apacible azul: fina luz lo atraviesa.

Oigo la risa fresca de Manuel,
llena el aire como un resplandor,
un claro en el bosque -pienso-.
La tinta que encontró el papel.

Quiero decir, los años y el sosiego.
Aquellas vueltas carnero
en el patio de la casa. La parra
....................... bajo el cielo.

Pero yo hablaba de una luz, delgadísima:
un halo decidido en
...................... la compacta superficie
......................de esta siesta
donde el aire pesa, sabiamente

hasta dejarse abrazar
por la sombra de un árbol,
y ser feliz.

(Estoy mirando tus ojos)

Acampo ya. Me espera el agua.
Copiosa como la pulpa de ciruela
que tu mano me ofrece.

Ah no hay secretos.
......................No hay secretos en esta luz.

© Marta Braier

4 Comments:

Blogger LIDIA CARRIZO said...

TODO ESTARÁ EN LA RETINA Y VUELVE EN LA MEMORIA GRABADA Y ACASO EN EL ENCUENTRO DE ESOS OJOS TODO ES CIELO!..
MUY BELLO REVIVIR!
LIDIACC.

26.6.11  
Anonymous Anónimo said...

Un sabio y bello poema. Felicitaciones!!

Amalia M. Abaria

27.6.11  
Blogger Marina Centeno said...

Con un halo de magia y de nostalgia que se imprime en la piel de tal manera que lo hace inigualable.... hermoso!
Saludos!

28.6.11  
Anonymous Anónimo said...

Querida Marta
El poema nos transporta a esos tiempos de niñez Aquellas vueltas carnero en el patio de la casa. La parra bajo el cielo, decís pero luego nos conducís a los días de hoy donde todo es posible, todavía.
Un abrazo
Graciela Licciardi

28.6.11  

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