Poema de Marta Lía Brossa
Cada tanto...
Cada tanto,
las olas del alma se despiertan
produciendo tsunamis en las esquinas
en las que los caracoles se acercan al oído
para escuchar confidencias;
cada tanto,
el faro de la conciencia se ilumina
para descubrir otra isla;
cada tanto cara a cara,
se cruzan identidades olvidadas
dentro de trajes polvorientos;
cada tanto el reloj detiene sus latidos,
los ojos devoran abismos,
tienden puentes invisibles,
esculpen ángeles en el aire,
permanecen ajenos;
cada tanto los cuerpos ciegos
descansan en lechos de rosa,
las naves del tiempo encallan
en pilas de abrazos sepultados
en amaneceres incandescentes;
cada tanto,
el carnaval de la vida titubea
cuando se venden todas las flores,
cuando en los desayunos se firman armisticios
y en las ventanas se inauguran sueños;
cada tanto los sueños se hacen realidad,
el amor enrojece y estalla,
crece desde el pié como la música
y baila hasta la muerte en la mirada,
baila y muere, muere y baila...
© Marta Lía Brossa
4 Comments:
todo ésto sucede, marta, sólo que en tu poema está narrado con delicadeza, con términos envolventes, precisos. muy hermoso. susana zazzetti.
Es la realidad contada con bellas imágenes en tu poema.
Hermoso Marta
Un abrazo
Alicia Borgogno
Cada tanto el disfraz de la vida titubea, wuauuuu como siempre hay imágenes muy prósperas y envolventes. Un abrazo angula, muy bien!
Lily Chavez
Lindo poema, Marta. Me gustó el quiasmo del final. Un abrazo. Sú
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