29.9.06
Poema de Lucía Serrano
BESTIA ILUMINADA
Yo creía que el mar era siempre violento
y me recostaba en las arenas tibias,
esperando el frío brutal de todos los inviernos.
Yo quería tener fe para amar el aroma
dormido en los encierros.
Desesperada me aproximaba siempre a los barrancos,
esa era la línea de llegada,
y allí, nunca pensé en lo imposible
de toda búsqueda sagrada.
Allí, siempre me hipnotizaba el abismo,
la caída constante,
la falta de voz que me enseñaba.
Allí, la bestia iluminada que vivía conmigo,
me proponía nuevamente la caída,
y era tanta la altura, que yo aceptaba.
© Lucía Serrano
Del libro inédito “REVIENTE”
24.9.06
Poema de Graciela Diana Pucci
MEMORIA EN LA PIEL
...Entonces llegará el tiempo de arrancar máscaras
........y afirmar lo anunciado al abrirse las aguas.
.....................................................Cecilia Ortiz
Sin ruido
con un leve estremecimiento en el alma
……… - volar de aves desaladas-
………… cayeron los velos
párpados mustios…. despertaron
……….. reconociendo falacias
un relámpago…. Atravesó…. el cuarto penumbroso
……………… vislumbré la realidad
…. -caballo indómito derrumbando fantasías-
pero la piel tiene memoria
……………. recuerda otros instantes
………………. cuando danzaban los ángeles
……………. y la voz era plegaria tierna
…………….. cayeron los velos
fantasmas desnudos…. bailan a mi alrededor
-música sin acordes …. monotonía de silencios-
alas olvidadas…. bajo mis pies descalzos
….. anuncian la partida de los ángeles
…… estoy a solas con mi piel memoriosa
…………….. me despellejo
…………….. nada queda
……………. ni siquiera yo
© Graciela Diana Pucci
María Victoria Dentice
LA BEBE DE ORO
Demasiada vida se está, se vive, demasiado viva en el alma, ¿porqué no erguirme destruida en mi corazoncito de hospicio?, ¿Por qué no clausurarme la vulva? Parir una memoria discapacitada, un huesito suicidante que no coman ni los perros.
Hoy me volví la mujer muerta y bebí mi útero sin lastima, lloré como una loca en los cementerios y luego pase caminando por tu calle a devorar caminos mientras perdía a aquel bebe. Otro niño huyó con muletas por la abertura de las piernas. Aún lo busco madre, al bebe que olvidó cerrarse con llaves el ataúd. Aún te busco, madre, ¡oh! ¡cuán a tiempo estoy de llegar a ti!, aún persiguiendo tiempos para tragarnos de nuevo. Para morir como nueva, la bebe de oro.
A Silvia Plath
©Maria Victoria Dentice
Poema de Gabriela Delgado
Sueños marinos
Agujas de nieve marcan la hora
en el péndulo de tus olas.
Gaviotas de espuma se dan a la brisa,
borrachas de sal y reflejo.
Caracolas vacías, melodía de olvido.
El desierto de tu espejo
alucina bergatines y sirenas.
Änforas, lágrimas y estrellas.
La eternidad de tu arena,
ejecuta arpegios de orilla.
Memoria. Tan lejos, tan cerca,
mis sueños marinos,
guardados en la botella
de un náufrago en agonía.
© Gabriela Delgado
De “Agualuna”
22.9.06
Poema de Michou Pourtalé
………Voy hacia lo que menos conocí en mi vida:
……………………………. voy hacia mi cuerpo
……………………Héctor Viel Temperley
Mientras escribo alguien muere
sobre una cama de hospital
se me va quebrando algo
entre miedo y compasión
tan cercana a esa cama
sábana mortaja al cuerpo cubren
impalpable no hay lino que haga trama
ni costura para el alma en despedida
sólo este verso sabedor de mi muerte
antes que yo muera.
© Michou Pourtalé
De “Damero para un cuerpo”
Poema de Yadi Henao
Ópera del rayo
Bebo arsénico de la divinidad,
la palidez de los libros,
la cuota roja de la deuda final.
El amor me mira
desde los cascos encendidos.
Lleva el misterio de los siete rayos.
Cruza fronteras bajo galopes de fuego.
Una tormenta cabalga en “la” mayor.
Y lo fulmina.
© Yadi Henao
De “El otoño escribe mi nombre”
20.9.06
Poema de Alberto Peyrano
NOCTURNO
La que sigue al día se derramó
Sobre la última caricia que aún gozaba.
Manifestó mi imprudencia por no tenerla en cuenta
Y me impregnó con su magia renovada de pétalos.
Se adueñó de mí hasta el punto
De no ver en el día más que una luz cegadora
Que me impidió ver los límites
Y me concedió las licencias
Vitales, motivadoras,
Que me hicieron necesaria su presencia
Como un embriagante elixir
Sin el cual mi razón ya no descansa.
© Alberto Peyrano
Poema de Carlos Carbone
LOS GOLPES
……… “Quiero todas las manos de los hombres
…….... para amasar montañas”
................................ Pablo Neruda
Intenté devolver
todos los golpes recibidos
- no sé si pude –
quizás, algunos quedaron en mí
como una pesada herencia
como una carga ingrata
Sobre mi espalda de futuro.
Deberé ejercitar mis ideas
hacerlas palpables
ponerlas sobre la mesa
a disposición
de mis hermanos de clase
para que juntos
mis golpes y tus golpes
…………………se abracen
contra los golpistas.
© Carlos Carbone
Poema de María Elena Rocchio
Medito
en las inquietudes que a veces pesan en el
…………… cordón de la vereda
en las pasiones que se sueñan en vano,
en el aullido nocturno de las voces del pasado,
en toda la liturgia que comienza en los
…………… párpados, de por sí inocentes,
en la incesante muerte de las uñas; el hueso
…………… que jamás veremos,
y dormirá en el sol la pena de los huérfanos,
en el espeso velo de los mártires que nunca
…………………… quisimos oír;
en este día entre tantos siglos y esferas de
………………………… inocencia,
paréntesis de sabios, paréntesis de aleluyas,
………………….. paréntesis en el agujero
que atrevidamente definimos cosmos.
© María Elena Rocchio
Poema de Maria Cristina Azcona
Amor Bordó
Nubes malva prevalecen
Mientras mi mente aprecia
Un clima maravilloso en progresión.
Una tabla de snow board
Quiebra la calma.
Nieve dorada, ardillas en trajes marrones.
Palomas batiendo alas.
Amor bordó hacia la tierra
Crece en los bordes de mi mente
Borderline.
® María Cristina Azcona
Love in Bordeaux
Prune clouds prevail
While my mind appreciates
A gorgeous climate in progress.
A snowboard table
Breaks the calm.
Golden snow, squirrels in brown suits.
Doves with moving wings.
Love in Bordeaux towards the earth,
Is growing in the border
Of my borderline mind.
© Maria Cristina Azcona
19.9.06
Prosa de Fernando Sánchez Zinny
La heredad
Volver, regresar, escuchar los rumores antiguos, sentir el amparo de las sombras que nos amaron. Entonces la alegría silenciosa apura el paso y nos alcanza y oxigena el corazón y dibuja una sonrisa superpuesta sobre el borroso trazo del rictus de los años.
No es la felicidad pero siquiera es la dicha, en cuya jornada está cierta casa vieja, poblada de fantasmas amistosos.
Porque el contento nunca se halla en lo que se hace o se consigue sino lo que otros hicieron y nos dejaron. El orgullo está unido a pasados y herencias y lo que vino después tuvo un sabor siempre decepcionante. Por eso amo lo heredado y desdeño lo obtenido por mis manos.
La humildad es mía; la soberbia es el recuerdo de mis padres.
© Fernando Sánchez Zinny
Poema de Anamaría Mayol
PALABRAS GOTAS
Camino
sobre la sombra del bosque
los pies desnudos
donde la tarde nace
y muere el horizonte
Acudo a los aromas de la tierra
descifro su lenguaje
ancestral
hundiendo mis raíces
en el núcleo del viento
vuelvo en lluvias
...........me detengo
con las palabras gotas
en un poema
que nos nombre
© Ana Maríamayol
Poema de Mariano Shifman
PUNTO ROJO
Soy el amo de la torre: ecos y pústulas
del pasado no me alcanzan.
Insensible a palabras y a delirios,
ríos y turbas se pierden entre semejanzas.
¿Qué será de los sabores,
de las porfiadas costumbres,
de la maldad de los niños,
de lo que no es posible decir?
Aquí se está muy bien; inmolo proyectos al atardecer
con la soberbia de un menesteroso, froto mis manos
contras las piedras -mi pacífico alimento-
y me siento a esperar.
© Mariano Shifman
De “Punto rojo”
Poema de Mary Acosta
CAPULLO NO VIDENTE
Diseñó su vida en la mitad del ocaso,
apretando los puños y en violento avance.
Caminó por el borde de su cuerpo,
entre sollozos incoloros y oscuros.
Buscó desesperadamente
encontrarse en la próxima esquina de su cielo.
En la partida perdió su nombre,
junto al último zapato que vestía su paso.
Sobre las aristas brillantes de una estrella
dibujó besos secos,
abandonados por héroes de polvo.
Resistió sin declinar a su sueño
abrazada a sus misterios.
Como un capullo de rosa no vidente
no logró expandir su fragancia,
y hoy visita el jardín sin pétalos,
tan solo esperando ver
si en algún ocaso volverá a encontrarse.
© Mary Acosta
Del libro "Bajo el ala de un ángel"
Prosa de Verónica Petek
lágrimas en fuga
Bajo el suéter se anida mi cuerpo,
dejando que la soledad lo consuma todo.
Este amor duele tanto que ni las balas perforan el pecho con la misma intensidad.
La felicidad que prometías valía mil guerras de sabanas.
Todo va muriendo, en las horas húmedas ,
ésas recopiladoras de cada sonrisa fantasma.
muero tirada en la habitación, en los minutos flotantes del baño que nadie quiere usurpar,
en esas charlas con la misma gente extraña,bajo los efectos de las copas transpiradas.
Sin pupilas que me busquen,sin perfumes que embriaguen la mujer que no deja de fluir dentro.
Con Lágrimas en fuga., con brazos hechos alas te dibujo trás la puerta,
para que de una vez regrese el destino que ganó mi corazón.
© veronica petek
17.9.06
Poema de María R.Collazo de Leon
Sencillamente
........ “Duérmete sin cuidado,
........ pero despierta
........ cuando se muera el último
........ beso de mis labios.”
........... Federico García Lorca
En el espacio sin límite del sueño
y en el tiempo sin tiempos del amor,
te esperaré sin pronunciar tu nombre,
sin recordar tu rostro ni tu voz.
Y en un tiempo y espacio
sólo nuestros
sin más pautas ni consignas
que el amor,
te encontraré sin pronunciar tu nombre,
sin recordar tu rostro ni tu voz.
© María Rosa Collazo de León
De “Piedra pequeña”
16.9.06
Prosa de Mónica Melo
La loca
Tengo síntomas que agravan las palabras. Cambio los cubiertos, altero al invitado. Soy la que quiere saber qué es lo que sigue cuando todos se levantan de la mesa, la que escribe sin puntos, la que arrastra los besos de un recuerdo que olvida. La reina, la amante, la que no tiene sitio, la que no busca quicio. Una lengua ungida por su cuerpo. La que empuja con saliva el mar.
© Mónica Melo
De “Versión de la noche”
15.9.06
Poema de Emilce Strucchi
Testamento
el poema hila el silencio/ entre dos casas/ inexistentes
María Negroni
perdón por el silencio,
por este presuntuoso afán de indulto
no se trata del éxodo
sino de una emboscada
que siempre traman mis dos partes
son las casas que no tengo
son
las depredadoras
tensando lo que soy
-con los brazos en cruz-
casi hasta desclavarme
perdón por la crueldad y la lujuria
por este vicio refinado de luz a contragolpe,
de vorágine que refracta la luz
y yo del otro lado,
del otro lado yo
el testamento
la deuda perdurable
perdón
por mi soberbia costumbre de interrogar
-esa desesperada pretensión de justificar la cifra
el vértice imposible de la cifra-,
perdón por estas nupcias
con lo que no he sido
y me deshonra
asolada así
recluida en mi derrotero voraz:
la fracasada apelación a una palabra
que no alcanzo
Emilce Strucchi
De La luz es otra cosa (2004)
Poema de Daniel Chirom
MIGUEL ANGEL ESCULPE EL "DAVID"
Estas manos que te esculpen
presumiblemente mías
entretejen resplandores y reflejos
que nos son comunes.
Aquí,
en mi taller
estás en plena juventud.
Los músculos fuertes y tensos,
la mirada segura del blanco de su destino.
En tus manos rigurosas
la honda y su piedra, con la que derribarás
a tu mortal enemigo, Goliat,
quien desde su altura, ni siquiera te sueña.
Mas tú, valiente David
sabes que una ausencia magistral te protege.
Al igual que yo
sientes al campo de batalla como el lugar
donde se consumará tu obra.
Pero cuando venzas, David, y ocupes tu trono
recuerda
que en el poder no reside la belleza.
© Daniel Chirom
Poema de Paolo Astorga Requena
LA CIUDAD FANTASMA
Sólo encuentras aquí carne
un amargo trozo de carne que se ofrece sobre troncos secos
y llora mientras ríe
mientras su cartera se llena
y sus ojos se hunden en los ceniceros.
Sentías que tu cuerpo tenía un nombre
pero aquí no había más que caminos enrejados e infinitas faldas,
aquí sólo viste espejos esparcidos al azar,
miles de ratas lastimándote los ojos.
Calles invisibles, ciudades fantasmas clavando tus espaldas.
Sólo recuerdos que se erigen sobre la farsante alegría
que brota de las paredes, una bola de estambre que se mancha de sangre
una historia frustrada que recorre tus manos frías,
tus pies disueltos en el alcohol de un tibio vaso de cerveza
mientras ya no es un trozo de carne lo que encuentras,
sino simples sombras,
simples sombras que se van con tu cuerpo
muriendo sobre la mano que se entrega
a una palabra mutilada por la nieve.
©Paolo Astorga Requena
De: Anatomía de un Vacío
Poema de Silvia Mazar
Y los bañó un recuerdo de naranjas
de los días
en que la piel se disolvía en labios
y los ojos devenían cielo
cuando las manos eran de césped y todas las flores
cuando nadie gritaba sus nombres
en la noche
porque todo era día
y era el sur el norte de las venas
y era la frente sueños
los gatos y las piedras
y fueron reyes toda la mañana
© Silvia Mazar
14.9.06
Poema de Viviana Älvarez
hacia el este, donde Buenos Aires
abre la garganta de oscuras aguas
hacia el este, la salida
donde los negros aceites del Matanza
copulan con el Plata
hacia el este los aviones exiliados,
barcos con pesares
promesas incumplidas
sueños arrebatados
hacia el este los sobrevivientes
escapados del espanto
desaparecidos y hambre.
© Viviana Álvarez
Poema de Guada Wernicke
A.Pizarnik
pero podría llamarte y comprobar también tu soledad
o palparla
guarecerme en las colecciones de sentido
que vienen con el diario del fin de semana, con las
películas después de las doce
entre nosotros
quedan cuadritos e impactos, pocos objetos
fuimos básicamente agua
pretendíamos los océanos, respirar como los peces
dejar la sede local del idioma
traducirnos
qué fue
escribo acerca de piletas
con escaleras para salir por las esquinas
nadadores
qué es lo que pretendo contener
voy a seguir buscando lo que no sos
en parques, subtes, lugares secos
hay pruebas
empiezo a preferir las flores a las algas
la música con percusión
dormir cómoda
porque los otros deben saber mis reglas
la deshidratación es más larga de lo que creía
© Guada Wernicke
Poema de Carlos Kuraiem
Ahora sé
de esta borrachera
de los sentimientos
de este cruzarnos
por la casa
sin buscarnos
de este techo
bajo el que despertamos
cada día
compartiendo
la misma cama
aquél recuerdo
que alejamos
con un ademán
sé de tu respiración
de tu cansancio
ante ciertas palabras
entonces
tu silencio
tu mirada
que dice más...
© Carlos Kuraiem
13.9.06
Poema de Salomón Valderrama Cruz
Unigénito
Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
Francisco de Quevedo y Villegas
Crío mío, el dado, malcriado, malherido.
Frontal de la cúspide llorada, de estío
Imperdido, en la moneda, tesoro mío.
Astillado, imán, como Dios, el preferido.
Desdibujado por lo perdido, por pecado;
Recaudador nulo de belleza asustada.
Ajeno asir, ceremonial, poesía hurtada
En la montaña, tino, del dios malhumorado.
Y mejor, aún, pensar atacar mujer, noche,
Disfrutar en las laderas puta, como coche
Cargar ataúd, Cielo, de virgen alumbrada.
Y ser Fin, el único, el mismo de repisa,
De vital literatura: Hijo de alambrada.
Hijo, el temido, Dios, que no va ni a su misa.
© Salomón Valderrama Cruz
Poema de Itzela Sosa
A Frida Kahlo
Entre animales
Entre animales
yo soy la que se bebe el agua
y la transforma en tiempo.
La que se quiebra en la luz
de ciertas tardes
que se parten en mil
……………. geométricas
……………….. caleidoscópicas.
La que en el viento incendia
algún ramo de nubes
…………… algún paisaje
………………. sus guitarras.
Y sé que soy también al mismo tiempo
esta tierra que anda a la intemperie enrojecida
vestida de maíz.
Soy la que cuestiona los espejos
………. el túnel negro
…………. los abismos
la que profiere azules maldiciones
verdes …… rezos
violáceas………… despedidas.
Soy la que no para de sangrar
mientras levanta el rostro hacia la noche
y le reclama la cicatriz del día
la infancia de este mundo
el desamparo sumergido ….. aquí en los huesos
Soy este círculo de sal
de paredes extendidas
del que húmeda y sitiada emerjo
….. semejante
………. compañera
Soy
este animal bípedo y marino
montaña vertebrada
caracola de mil años que duerme
en un pulso de mujer
entre animales
soy
un grito siempre acuático en la boca
© Itzela Sosa
Poema de Olimpia Bordes
AMAR
Amplitud de mares infinitos,
conjunción de cielos y distancias.
Magnitud de la luz
que aúna las miradas.
Intensidad del latido que galopa
en éxtasis supremo
Racimos dorados que penden del abrazo
y aprisionan los sueños compartidos
Goce que se desnuda en las fontanas
y se deshoja en la hierba humedecida
Pasos que se reparten el ritmo de la marcha
recorriendo plateados senderos paralelos.
Placidez del reposo en el puerto seguro
donde destellan rosas inefables.
Caminos que confluyen enlazados
en la senda que lleva al horizonte.
Amar…dimensión de lo bello
que diseña un mismo rostro.
Amar…traslúcido misterio que atraviesa la brisa,
milagrosos instantes fundidos en el viento.
Amar… sin tiempo y sin fronteras
magia…ensoñación…fluír eterno
Amar… por siempre amar…
…alas…vuelo… inmensidad…
© Olimpia Bordes
12.9.06
Prosa de Daniel Grad
CARTAS - CCCXIII. (incluído en TRíPTICO - IX / JULIO - 2001)
A los pájaros se les erizan las pupilas. Van con su saliva sembrando desmesura en escaleras. Son enjambre de rubor, de euforia en trino, de grito en trapecios que se mecen.
Desde sus latitudes contemplan la felicidad de los que se relamen como gatos, como fondo estrellado de ceniza.
Hay en lo cobrizo de esas espaldas gusto a desconsuelo, a luto, a retrato inmortal.
............ P.D.: A los pájaros no se los puede dejar decapitados.
© Daniel Grad
De "RENACER SIN MORIR"
Poema de Osvaldo Rossi
COMPROMISO
El tiempo devora
con inclemencia de plaga.
Apresarlo
es comprender los rituales del sueño.
Profanar un santuario que no existe.
Yo,
labrador de apremios y retrasos
proclamo al fin la muerte de los días.
Desde hoy celebraré el instante,
prolongaré en el sueño mis vigilias,
desafiaré la impudicia de estas horas.
Desde hoy apelaré a los dioses
para que envidien las huellas de mis pies.
…………………..Aunque el viento repita
……………………….. su ambición cotidiana.
© Osvaldo Rossi
Poema de Amalia Pérez
La pieza vacía
Se enroscó en la tarde
cuando tenían horas de esperar por el
se miró los pies por donde el sol
calculó los pedacitos necesarios
enlutó el frasco de perfume
dobló a la mitad el vaso
rodó su mirada mas rápida que el vino
mas densa
susurró detrás de la puerta
aferró los ojos de su gata
fue sábado porque llovía
llovía detrás
como si todos hubieran muerto
las ramas y las claraboyas tenían razón
era la oscuridad y él no había vuelto
latió el quiebre de la bisagra
cayó como los almanaques
hipó sobre el vidrio su humo viejo
arrojó lo que quedaba
untó su boca como una esquina
eructó palabras aunque no quería
había luz ……. bajo los faroles
cuando se fue
ayer
dolía la raja de su mejilla
© Amalia Pérez
Poema de Paulina Vinderman
En ninguna parte
Es una extranjera en su ciudad.
La delatan su furia, su pasión por narrar,
el uso de palabras que atesora como talismanes
bajo la lengua quieta:
zapote, encarnadura, cielo mayor,
tiene miedo a olvidar.
Las luces se hunden en su insomnio
como piedras contra la argamasa en el imaginario.
El mundo se interrumpe en cada carta que
espera
y sólo canta en sueños, los puños apretados,
quién sabe qué canción que huele a flores
o a la sordidez de algún bar, donde alguien le cuenta
su vida,
el hocico húmedo contra su oreja paciente.
Ella teme olvidar pero el gran olvido la espera
junto al río.
“Perderme en un bosque, morir por amor,
no diluirme como la témpera en el vaso, no ser
Diego de Zama en la ribera”.
Regresa por calles bajas, temerosas,
se cruza con un afilador en bicicleta.
“Malecón”, murmura.
Definitivamente, está perdida.
© Paulina Vinderman