Poema de Roxana Palacios
Cada vez creo menos en el decir, dijo alguien,
los colores empezaron a cambiar en un punto
del camino y desde este ángulo del camarote,
desde la ventanilla empañada de gotas siempre externas,
veo otra lámina de humo, una alameda con hojas secas,
un puente de piedra que cubre la huella sobre el pasto.
También hay cipreses y arbustos innombrables
la tierra está plegada desde hace ya varios siglos y este tren,
del que soy pasajera casi involuntaria,
se desliza en los durmientes y las vías de acceso
Después el agua, cables entre postes y resortes,
muros de hierro con dinamita de lo que no se puede decir.
Ahora no quiero mirar
© Roxana Palacios
4 Comments:
Suena a partida, a no querer ver lo que pasó y nos deja inertes...
Un abrazo Gus.
Un viaje en tren y un paisaje que ahonda la pena de tener que partir o tener que volver. ¡Una maravilla tu poema, Roxana.
Un beso grande
María Rosa León
David Antonio Sorbille dijo...
Una nueva visiòn desde ese tren donde Roxana descubre a la vida y su circunstancia. Admirable poema.
Roxana
hermoso, y si... las gotas, casi siempre son externas...
Yo tampoco quiero ver...
Un beso. Bell�simo!!!
Marta Ravizzi.
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