Poema de Ana Guillot
ella colecciona chiquitos y los muerde
en rebanadas los muerde
madrecita desaconsejable
que hierve
sus ardores
ellos dispersan migas para no perderse
al volver
ella mordisquea las migas
y escupe en el caldero lo que resta
luego hinca los dientes en el hombro
deja una señal
notoria
ellos se guardan en los estantes del ropero
obedecen al tatuaje mayor
de la tan madrecita
ella duerme de a ratos y vigila
que sus pequeñitos no se escapen
de día ellos barren limpian
la casa de la madre
le tienden el sustento y el nombre
para que ella sepa quién es
los niños de la marca en el hombro
adolecen de madre de fastidio
se guardan nuevamente
se postergan
ella vela ordena la lujuria
de su espacio
se expande madre madre la tan madre
hasta que no se puede casi respirar
ellos perduran en el seno lácteo
en el pezón goteando ligaduras
con los labios abiertos boqueando
la espuma de sus madres
un limbo acuático
y fetal
© Ana Guillot
5 Comments:
Interesante poema Ana para leer y releer e ir más allá.
Un abrazo Gus.
Excelente versión de esa historia casi gótica que con ligeras variantes vivimos y leemos cada día.
Felicitaciones, Ana y un fuerte abrazo
María Rosa León
excelente, sobre todo el último verso...
Un abrazo
Una relación madre-hija no tradicional, pero tmapoco tan ajena a la realidad, con aires medievales y psicoanalíticos.
Muy, muy bueno.
MARITA RAGOZZA
Como siempre, la intensa dicción
y tu articulación tan personal dando
vida a una descarnado cuadro de vida.
Gracias, Ana y adelante.
Madrazo
Publicar un comentario
<< Home