11.4.10

Poema de Silvia Loustau


Ámsterdam-Buenos Aires – Ámsterdam

.....................a ana frank, en ella a mis compañeras.

te encontré en mi infancia
entre mis propias enfermedades
y catástrofes familiares.
te imaginé paseando / algún domingo /
en una pequeña embarcación /
entre la bruma de Amsterdam /
mientras yo me ahogaba en la niebla
de este sur.
escuché tu voz pequeña /
como envuelta en un pañuelo de seda.
observé
como crecíamos
la piel tan lisa /
de hostia transparente
sobre un pubis que iba anocheciendo.
te perdí y te encontré
entre alambradas
con tu corazón irradiando luz.
te vi
clara / como una estrella entre cristales.
me acompañaste en mis desastres
más incorruptibles/
con dedos de humo
me sostuviste el alma
en los desolados tiempos del chacal.
nos encontraremos algún día /
ostentado nuestro aspecto distraído /
entrando en un bar /
en Ámsterdam o en Buenos Aires /
y nos abrazaremos con todos los amigos /
en un brindis final.

© Silvia Loustau

14 Comments:

Blogger fanny said...

Me uno al abrazo y al sentido poema.

Sensiblemente, Fanny

12.4.10  
Blogger galáctica said...

Este poema es un homenaje y una tierna conversación que compartimos muchas que hemos leído en la infancia el libro de Anna Frank y nos hemos identificado y hemos sufrido con ella.El horror de su sufrimiento nos llega en ese"pañuelo de seda" donde su voz resuena entre la bruma de Amsterdam. Aquí también hubo , bien lo decís, tiempos del "chacal" y allí las voces se unen en el dolor y la comprensión. Saludos poéticos Irene Marks

12.4.10  
Blogger Ignacio Bermejo said...

bonito poema

12.4.10  
Anonymous Anónimo said...

Heromoso poema la infancia se conjuga con la nostalgia.
besos myrtha

13.4.10  
Anonymous Anónimo said...

La nostalgia memoriosa de tu poema
me pareció realmente hermosa.
Un abrazo Silvia

Alicia Borgogno

13.4.10  
Blogger Isabel Guevara said...

Gracias Silvia por la lectura, el recorrido, la nota en mi poema. Yo he quedado embelesada por este tuyo a Ana Frank, conversacional, tan íntimo, como si de entre dos viejas amigas, compañeras se tratare. Y entonces lo repasé, lo volví a navegar y el alma, tras el trayecto, se cimbró. Hay dolores y esperanzas que se repiten, sin importar la geografía. Pero, siempre la esperanza, sí. La tuya en “ese brindis final” la mía “en la rosa de Eco”. Abrazo sin prisas, Isa

14.4.10  
Blogger fgiucich said...

Una admirable comunión entre Buenos Aires y Amsterdam. Abrazos.

16.4.10  
Anonymous Anónimo said...

Silvia, gracias por esta belleza de homenaje, se me erizó la piel al leerlo, recordarme pequeña leyendo su "Diario"; excelente poema sobre el dolor extremo vivido en distintas latitudes y ese encuentro final en Amsterdam o en Buenos Aires!!!!!!! Ese encuentro de Almas.....gracias Poeta!!!!!! Un abrazo, María Chapp

16.4.10  
Anonymous Anónimo said...

tal identificación con ana Frank requiere sin dudas una gran sensibilidad, que expresa muy bien el poema, me gustó mucho
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

16.4.10  
Blogger Marta Raquel Zabaleta said...

Digno y sentido homenaje a una vida tronchada por los esbirros de Hittler.
Sursum corda, Marta

17.4.10  
Anonymous Anónimo said...

Un conmovedor poema en el que se entrelazan vivencias parecidas entre dos niñas a pesar de las diferencias de tiempo y lugar.
Un abrazo,
Juany Rojas

17.4.10  
Blogger Unknown said...

Felicitaciones Silvia por este texto que une a dos corazones separados por una distancia que deja de existir. Los dolores del mundo se encuentran en una sola persona cada vez que se comete una injusticia, como aquella de Ana y que ha quedado eternizada en su diario. Me encantó tu trabajo. Eduardo Chaves

18.4.10  
Blogger Leonor Mauvecin said...

Bello poema que recoje la entrañable niña del pasado y la trae de la mano del poema a nuestro corazón Gracias Leonor

23.4.10  
Anonymous Anónimo said...

Brillante Silvia, un poema logrado, un poema para la memoria, delicioso. Gracias por el arte.

Liliana León Trujillo.

2.5.10  

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