Poema de Álvaro Olmedo
DUNA
seno infinito donde abrevan hombres y otras especies
una onda otra y otra más insinuante
delinean el recorte del polvo y sus formas
serpenteos hasta la cresta
en las tallas del viento
buscando la nova perfección
y un cactus
sólo uno en su flor justifica la imagen
cielos y mares de oro donde posa el brillo
y sin dolor alguno la noche que se hunde
© Álvaro Olmedo
9 Comments:
Bellísima descripción que me llevó a un viaje del que no tenía ganas de volver.
Abrazo
Alicia Perrig
la noche que se hunde, que bellas palabras me gustó
maria elena tolosa
"...sin dolor alguno la noche que se hunde."
Bellísimo cierre para tu bello poema, Álvaro.
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León
Hermoso,como siempre. Y esto para vos Gus. Cuando habló del cactus, recordé inmediatamente ese altísimo cactus que encontramos en el encuentro de Villa María y a la que le sacamos fotos, era una maravilla. Allí está , como el poeta nos enlaza otras imágenes. Un abrazo angular.
Lily Chavez
qué imágenes Álvaro, tanto simbolismo en un cactus...
Me gusta tu poema.
La fenicia
Tu poema, Álvaro, no describió un paisaje. Me zambulló en él y un desierto con cactus se me clavó en la pupila para siempre.
Jorge Luis Estrella
Bello poema Alvaro, donde un detalle modifica la escena del paisaje, lo llena de luz.
un viaje q me gustaria recorrer
gracias!
me gusto
fabiposse
Álvaro querido,
he encontrado a mi norte en este poema, sí es una hermosa pintura hablada que me hace llegar las dunas del desierto y ese cactus, que imagino florido...en esa bella soledad nortina.
Mi abrazo,
Juany Rojas
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