Poema de Luis Benítez
AL CASTELLANO
I.
En esta lengua que hablo, en estas frases de un eco
cuántas voces viven, cuánto eres la inmortalidad,
lengua de plurales que siendo una eres
metáfora de aquello que siendo uno es lo diverso.
El todo te contiene y tú contienes esa palabra: Universo.
Porque de qué otro modo podrían vivir en estos verbos,
en estas sonoridades, en estos silencios y alturas,
tantas sombras que fueron y tantas que serán mañana:
de las que serán ya están las palabras en las bocas
y estuvieron en la luna sangrienta de Quevedo,
en la mañana en que Díaz de Vivar tomó una ciudad
ya muerto, en la impávida marinería que otra mañana,
de octubre, vio una costa (sueño dentro de un sueño),
y estaba hecha de dolor, de hambre y de coraje.
Oh lengua donde cabalgan hombres y donde
tantas lenguas han desembocado,
ancho río de España que ha salido al mar,
es cierto que no conservaste para nosotros
la gracia leve de las declinaciones,
pero del sólido latín vienen tus huesos,
la carne somos hoy los que te hablamos
(el centurión que rige en la provincia
lejana de su imperio, no comprende
que al pedir el vino pide a la historia que conserve
unos distintos matices, unos cambios que no serán
fugaces como su humana sombra,
sino el futuro del habla de Virgilio).
El fenicio que apoyaba su balanza en su lanza
y desde lo conjeturable a cambio
nos dejó su sangre y sus palabras.
El doctor que en la Torá canta al Dios de Abraham,
el duro visigodo que bautiza a su hijo
con trabajosas frases que ya no son exactamente
......... las sajonas
con que fue nombrado. El victorioso muslín,
que bajo el verde triángulo de sus banderas
no sabe que fue él el conquistado.
El probable griego que lejos de Bizancio
sumó a sus ciencias el arte de vivir en el exilio.
El capitán de hombres, asturiano,
que juró sobre la espada de hierro tomar esa colina
y en la colina duerme desde entonces.
El fraile que en la celda deleita las horas y las horas,
al resguardo del muro y de su tiempo,
inclinado sobre el tomo y que transcribe
siglos después el porvenir de esos ecos,
las frases de Aristóteles y los dobles sueños de Plutarco,
no conoce que en lo que ara su pluma
otro rumbo se ha abierto.
Lo supo el triste, el alto, el solo
que soñó en la cárcel que era Miguel de Cervantes
y que escribía el Quijote.
Ni el judío ni el moro ni el cristiano
que disputan y entremezclan sus sangres
en tu sonoro ancestro lo comprenden:
de qué miles de hombres y de historias
has salido, lengua de Gracián y las Américas.
© Luis Benítez
10 Comments:
Bella y sentida celebración de nuestro idioma; el impecable lenguaje y la forma que utilizas son, en sí mismos, un homenaje.
En verdad, disfruté leyendo tu texto, Luis. Un saludo afectuoso.
PILAR ROMANO
Querido Luis,
cuánta riqueza en el lenguaje e iluminado conocimiento, en este singular texto, que hace honor a nuestra lengua castellana. Te felicito.
Mi afecto de siempre
Elisa Dejistani
Una fiesta leerte, Luis!
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León
Muy bueno ese poema dedicado a la lengua brillante, bravía, hermosa, que es hoy nuestra lengua, enraizada en cientos de otras lenguas, fuerte a veces, dulce y tierna otras, pero siempre maravillosa y rica de toda riqueza, cubriendo un continente entero.
Bravo!
Celina
Querido Luis:
Yo, que tengo todas esas raìces brindo por tu poema...y por Ruy Dìaz, muerto, atado a Babieca defendiendo Valencia.
Abrazos
Marce
David Antonio Sorbille dijo...
Una genial demostración de calidad poética. Te felicito Luis.
Me gustó mucho, tiene una fuerza impresionante. Felicitaciones y un beso grande de Alicia Cora.
Luis, creo que este poema pasará a la posteridad. Ojalá sea así, se lo merece.
"ancho río de España que ha salido al mar"... Es una maravilla, todo.
Yo, que, además, tengo sangre castellana, me he quedado muy conmovida.
Es excelente, te felicito!
Saludos
Amalia M. Abaria
Un día a tu poema alguien le agregará "como Luis te aprehendió y soltó a volar..." Alda Salzarulo
AL CASTELLANO es un monumento de amor inteligente a lo más preciado después de la leche materna, la lengua y el habla, elevada a poesía. Luis Benitez es otro de los poetas que no debieron faltar en la voluminosa y publicitada edición ALFAGUARA-SANTILLANA de 200 AÑOS DE POESÍA ARGENTINA. Rubén Vedovaldi
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