Poema de Fernando Luis Pérez Poza
SE BEBE EL OCÉANO A LOS MUERTOS
Se bebe el océano a los muertos,
uno a uno, como negros caramelos de miseria;
vacía en su estómago la cal de los huesos
que aún no ha sido capaz de robar el hambre,
y a nadie le resulta extraña
su larga digestión desmemoriada,
su empacho de tiburón canibal,
el fúnebre obrar de su intestino
cuando devuelve a la playa
el residuo más mudo del silencio.
¿Quién cerró con llave el horizonte?
¿Quién tejió la horca de las olas?
¿Quién empujó a la mar el kayuco o la patera?
Se bebe el océano a los muertos,
los tritura con saña en su corazón de sal,
los mastica con dientes de gigante
y los reboza en bilis inhumana.
Y nadie dice nada.
Y nadie sabe nada.
Y nadie siente nada.
Y lo que es peor:
Nadie hace nada.
Se bebe el océano a los muertos
y aquí seguimos todos, empeñados
en coser fronteras de alambre,
cavar tumbas sin lápida
y negar el paso a la madrugada.
© Fernando Luis Pérez Poza
4 Comments:
El silencio culpable frente a la muerte y a la destrucción...
Tu poema, Fernando, es un grito, un clamor de conciencia y de justicia.
Felicitaciones y un gran abrazo
María Rosa León
Tu poema me conmovió hondamente,gracias por fuerza y la belleza que has puesto en la oscuridad.
Cordilmente,
El silencio, ese maldito cómplice.
Abrazo
Alicia Perrig
y el poema acompaña la búsqueda, la soledad de una busqueda donde ya nada queda salvo la palabra que mantiene vivo el fuego.
Es un poema inmensamente necesario el que has escrito. Maria julia Druille
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