Poema de Julio Carabelli
CHARLA TELEFÓNICA ENTRE UN YANQUI
CONFUNDIDO Y SU AMOR QUINTAVENIDA.
a Marcos Silber
poseedor del humor necesario
poseedor del humor necesario
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
no se puede ir en un Ford ni tampoco en Chevrolet
te llamo para decirte que te quiero mas percibo
lo imposible de tu mano bajo mantos de banderas
y un huracán de intenciones.
Las ideologías se confunden en tu teléfono blanco
quiero hablar de lo posible en la tarde de Manhattan
detenerme para que subas desteñidos abalorios
en mitad de los trigales donde la historia engendra
su próximo sarcasmo.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
desde New York la inquietud por tu edad capitalista
anulará la autocrítica y las dietas macrobióticas
sobre el arco de utopías que abismará en el Caribe
a un Goliat americano.
Imposible comprender la plusvalía eligiendo los aretes
ajena tu nariz a la información que viniendo de Cuba
remonta el recelo hasta el último piso del Empire State
y pongo otra moneda a 90 millas del gran supositorio
que apunta a Kin Kong.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
algo incierto se interpone mientras te pintas las uñas y no sé
si un paso atrás dos adelante en lo nuestro es objetivo
presagio desventuras en el insomnio de Henmiway
a las 4 AM de su habano final.
Dudo en buscar tu blusa dialéctica y turgente
como la Sierra Maestra que propongo para dos
ahora que América se abre como tus labios pintados
preguntándole al materialismo qué medias vestir
en tu cita con la Revolución.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
entre la riqueza los añicos y la basura de Wall Street
baja el azúcar como una cortina dispuesta al bloqueo
en tanto nuestro pasado deambula por el Central Park
desnudo como un fauno capón.
He decidido no ir a buscarte en mi Plymouth amarillo
mi barba somera y subjetiva te causará conmoción
y uniforme verde oliva el viejo Marx me advierte:
-la historia se repite primero como tragedia y luego
como farsa para televisión-.
© Julio Carabelli
3 Comments:
...y como siempre, esta vez también Marx hubiera tenido razón.
Marta Zabaleta
El amor siempre limará las diferencias. Afortunadamente.
Julio , me encantó el desenfado de tu poema , el enfoque dialéctico y el Plymouth amarillo como simbolo
me gustó y mucho, pero... a mi también me gustan los aretes , me pinto las uñas y aunque no uso medias de seda y no he subido al Empire State , no me gustan los uniformes de ninguna clase.
Pero si me gustó y mucho , mucho tu poema
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