11.5.11

Prosa de Ana Guillot



La flecha va. Por el aire como una serpentina, como una facilidad o un dominio. Abre y cruza o dispersa el aire, el hueso de ese aire en la mañana. Una o miles. Cada una abre y cruza y dispersa.
No hay aves en la mañana azul de Ilión. Ellas saben más que yo, más que nadie, que esa flecha se detendrá en algún momento en algún cuerpo.
Cómo definir. Cómo nombrar la voluntad del disparo. Cómo suponer que un hombre morirá en la mañana azul.
Mientras, el niño se adormece como si el espacio le fuera propio (y por ahora lo es). Como si nada existiera más allá del palacio y de sus padres.
Sueña que un ave está cantando en el borde de su habitación. Sueña que el ave es una paloma y se distrae en la contemplación mientras madre le canta.
Canta pero teme. Ella conoce el filo de las cosas.
Su niño tiene sueño y en eso se concentra mientras mira la ventana, el bello azul del cielo de su patria.
Ahora se distrae ella también.
Y repite la canción como si la memoria fuera de leche, de tibio pezón, de caricia.
Alguien gritará. La flecha acaba de llegar a algún destino. Y el hombre lamentará estar acá, entre todos nosotros.
A su lado, otro alguien lo socorre, está intentando socorrerlo.
Ninguno de los dos se distrae de la sangre que diluye la contundencia del verde. Ninguno se distrae de la herida que se ahonda y late y late, no deja de latir.
Se abrazan los dos. No sabemos aún si habrá una despedida entre ambos.
El niño se adormece. La madre escucha, paralela a su voz, la agonía del hombre tocado por la flecha. No lo ve, pero conoce bien el filo de las cosas.
En el cielo de Troya hay un fugacidad que asusta.

© Ana Guillot

9 Comments:

Blogger Isabel said...

Ana, una maravilla este relato poético, intimidad de aquella obra bélica y heroica. Esta mujer que canta y teme y conoce el filo de las cosas!sin padres ni hermanos)con la sabiduría del dolor.Todo prepara sigilosamente los cuatro versos finales en este texto donde la rápida flecha mortal se define en contraposición a la caricia y al pezón tibio.Es para felicitarte.
Isabel Llorca Bosco

11.5.11  
Blogger Nerina Thomas said...

Qué grande poeta!!
Mis felicitaciones!!
Un abrazoooooooooooooooooooo

13.5.11  
Anonymous milagros rodriguez said...

Excelente Ana!!! Toda una creación y recreación.

13.5.11  
Anonymous betty badaui said...

Qué buena recreación del asedio de Troya.
Un abrazo
Betty

13.5.11  
Anonymous Anónimo said...

que buen poema Ana ,lo leo como
exelente metáfora real ,abrazo
Marizel Estonllo

14.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Gracias, queridos, como siempre, por sus comentarios. me alegra extremadamente que los textos aunque invoquen esa guerra, ese sitio, Troya y sus mujeres, pueda leerse con la fuerza de lo actual. Ojalá, al cabo de este libro que se viene armando, eso esté logrado. Son mis primeros lectores y me dan ímpetu. Sinceramente. Enorme abrazo para todos. Gracas!

14.5.11  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Un texto asombroso. Te felicito, Ana.

15.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Ana... me reencuentro con tu palabras y con vos gracias a Gustavo. Una metáfora..., un HOY que la flecha sin tiempo lineal nos toca y se hunde en nuestro interior, y despierta más a la Conciencia del Ser . Gracias por expresarlo como lo haces. Abrazo grande. Cecilia Glanzmann

22.5.11  
Anonymous Anónimo said...

Estupendo texto que, hablando del pasado, toca el presente. Claro que antes había flechas y hoy tenemos que hablar de bombas atómicas y gases letales. Maravillosamente escrita, me encantó, Ana, tu prosa poética.

Jorge Luis Estrella

28.5.11  

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