19.6.11

Poema de Rolando Revagliatti



Pobre amor

Pobre amor
el mío
si
muerto

capado
por tus ladinas
pestañas.


© Rolando Revagliatti

12 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Cortito, pero màs elocuente.. jamàs.

Saludos

Andrea

19.6.11  
Blogger Rolando Revagliatti said...

Gracias, Gustavo, por la socialización de "Pobre amor" y por el video de tu autoría y saludo, hoy, a través de un e-mail, en ocasión del Día del Padre (Flavia, mi única hija, me regaló un previsto pantalón, que estrenaré esta noche, cuando con mi mujer nos vayamos los tres, "solitos", a cenar a "Mundano", y una taza para mis mates cocidos o cafés con leche (y a veces, té).


Rolando
_____________________________

19.6.11  
Anonymous Anónimo said...

feliz estreno, rolando, y este poema que me estrena a mí: mínimo,concreto como un ritual indispensable en tu sentir. susana zazzetti.

19.6.11  
Anonymous Anónimo said...

Rolando: Me pareció riquísimo en contenido y en su forma este "pobre amor" tuyo.
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León

19.6.11  
Anonymous Anónimo said...

Rolando hermosisismo tu poema, breve y sustancioso.

Un abrazo

21.6.11  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Originalísimo como siempre. Un abrazo

23.6.11  
Anonymous eduardo.s.chaves@gmail.com said...

Rolando:
Original y preciso, tu "pobre amor" es un golpe en el centro del corazón. Como siempre, tus palabras asombran y son una nueva prueba de genio. Muy bueno. Eduardo Chaves

24.6.11  
Blogger Adriana said...

Buenísimo, Rolando. Breve, y tajante como las pestañas. Un abrazo. Adriana maggio

24.6.11  
Blogger Alejandra Leonor Parra said...

Muy económico y efectivo... capado por las ladinas pestañas... el poema también.. gracias por compartir, un placer leerte

24.6.11  
Anonymous Anónimo said...

Rolando , un placer leer un poema asi , nos saca de lo cotidiano

maria elena tolosa

25.6.11  
Anonymous Anónimo said...

Querido Rolando
Sos un mago que siempre saca algo sorprendente de la galera
Un abrazo
Graciela Licciardi

29.6.11  
Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Sigo insistiendo: leerlo causa asombro, envidia y un goce terapéutico... ahora que, escucharlo en su forma intencionada, debe ser algo impagable. Para todo lo demás tenemos Mastercard.

30.6.11  

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