24.7.08

Poema de Ana Emilia Lahitte


APRENDIZAJES

Comienzo
a perder instantes.

A perderme.

Una décima de segundo.
Un milésimo de silencio.

Nada me despoja.
Todo me desnuda.

Es lo infinito que regresa.

Aprendo
a habitar el esplendor
de la sombra.

© Ana Emilia Lahitte

9 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Bello poema Ana Emilia, mágico, resplandeciente.
Un abrazo gus.

24.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Ana Emilia: el aprendizaje que da la vida, la preparación para el devenir, donde cada milésima de tiempo cobra otra dimensión. Te abraza, Laura Beatriz Chiesa.

24.7.08  
Anonymous Anónimo said...

la luz de otra manera...
Sólo quienes han llegado a la sabiduría desde el poema vital, constante, inexcusable la perciben, como dejó escrito el Maestro Leonardo en sus escritos, ...la penumbra de la sombra que ilumina...
Habéis llegado, amiga, a la difícil sencillez que desnuda pero no despoja, entreviendo la belleza definitiva del instante pleno, que vale por toda una eternidad...
Pere Bessó

24.7.08  
Blogger Marta Raquel Zabaleta said...

Magnífico, poeta.
haces gozar, y por eso, gracias.
Saludos cordiales,
Marta Zabaleta

24.7.08  
Blogger María Rosa León said...

Ana Emilia: S�lo los que tienen luz interior, como vos, pueden habitar el esplendor de la sombra y s�lo los que tienen la riqueza que no se ve, pueden verse desnudos pero no despojados.
Maravilloso tu poema.
Mi cari�o y admiraci�n de siempre
Mar�a Rosa Le�n

24.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Ana Emilia: Llegar por el camino de la experiencia a la sabiduría y poder contemplar el esplendor de la sombra.....destilándose en un hermosísimo poema..
Un gran beso

OLIMPIA BORDES

25.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Todo anochece en la torre del mundo, menos en la concavidad de mi sombra; es allí donde la verdadera luz dejó su impronta, desde allí se puede renacer en
una desnudez plena. Felicitaciones Ana Emilia!
Un abrazo

Elisa Dejistani

26.7.08  
Anonymous Anónimo said...

Ana Emilia, te imagino en otra dimensión, en la que se ilumina con la luz propia de quienes la poseen.Tu poema alumbra. Gracias. Alda Salzarulo

20.8.08  
Anonymous Anónimo said...

Bellísimo. Delicado y profundo.

Verónica M. Capellino

27.1.23  

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