17.8.10

Poema de Miguel Madrid


ULTIMA CITA

Crepita su ardor
el leño del hogar
que se convertirá en polvo.

La copa de vino
dispuesta para el brindis,
anuncia el fondo seco.

Cadencias arropando el abrazo
en la madrugada húmeda,
con la frialdad del verbo.

La memoria no reconoce
las risas gozosas
de amores imantados.

Campanas tañendo quietud
con acústica
de sollozos crepusculares.

Partir hacia el olvido
en el caprichoso
vaivén de la corriente.

La tempestad hiere el bajel,
agua salada invadiendo
la ribera yerma.

Roca pulida para albergar
cuerpos desangelados,
vestidos con túnicas negras.

© Miguel Madrid

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Miguel, un poema de despedida, de dolor, trabajado con imágenes que muestran ese camino.

Un abrazo

Amalia M. Abaria

18.8.10  
Anonymous Anónimo said...

Algo queda. Hay momentos intensos que perduran y hay poemas que los sostienen. Uno es el tuyo Miguel. Afectuosamente. Alda

19.8.10  
Anonymous Anónimo said...

David Antonio Sorbille dijo...
Querido Miguel, este es sin duda, uno de tus poemas más intensos y singulares. Un abrazo.

20.8.10  
Anonymous Anónimo said...

Que buen poema Miguel!
y ese vino cayendo en el vaso
despedida roja
brillo o tiniebla?????

desde graciela abrazo

20.8.10  
Anonymous Milagros Rodríguez said...

Miguel, el último verso me produjo un escalofrío. Muy intenso y sombrío el poema,Abrazos

23.8.10  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué fuerza que tiene tu poema, Miguel!
Gracias por darle la belleza de tu voz poética y compartirlo con nosotros.
Un gran abrazo
María Rosa León

27.8.10  

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