Prosa de Edna Pozzi
La casa
Primer movimiento
...Todos están de acuerdo de que debo irme de esta casa. Es muy grande y muy insegura y está acechada por ladrones, chicos mendigos, puertas que no cierran y ventanas que dan a patios oscuros donde al atardecer se ven sombras ominosas, ruidos de vecinos que se filtran a través de tapiales bajos o a veces un silencio que trepa por las paredes y se sienta en los sillones a conversar con la nada. Un departamento chico es más acorde con la soledad, dicen, y los años inseguros que vendrán, un pequeño refugio con una mesita para comer en la cocina y un ventanal en el living donde sólo entran dos sillones. Nadie responde cuando pregunto por los libros y los papeles que en cantidades tremendas me siguen desde hace años y no entran en ningún departamento porque son gente gruesa y gritona, gente que necesita aire y espacio, están llenos de árboles y de pájaros y chicos que corren por las páginas blancas y saben pescar peces dorados en los amaneceres. No responden cuando pregunto por los retazos de “vida vivida” que como tramas de hilos de oro cubren los muros, los retratos de abuelos y tíos, abuelos y primos y sobrinos, tan fugaces que necesitan el soporte de los ladrillos nobles y anchos, para simular alguna densidad, una presencia. Todo puede ser abandonado, aducen los sensatos, los libros se regalan, los papeles se queman, los retratos de abuelos muertos no le interesan a nadie, la cuestión es salvar el cuerpo a la acechanza de los miserables, envejecer dignamente en la cocina-comedor mirando una vasija azul con flores de plástico. Reducirse, empequeñecerse, ceder ante el miedo, guardarse en rincones oscuros cada vez más sombríos, no molestar, circundar con rejas el espacio mínimo donde no es posible gritar ni bailar, adelgazar la esperanza, hundir en un charco de aguas podridas el barquito de papel con los sueños de la infancia.
... Y así es el pensamiento de los sensatos para que yo me vaya de esta casa. Razones económicas y razones de seguridad, sobre todo las poderosas razones de una sociedad que fabrica marginales, personas sin apoyo ni sostén, una sociedad fascista y oscura, cuyo signo más distintivo es la huída, el terror ante la inseguridad, el drenaje cotidiano a la esperanza, la impotencia para proteger al desvalido, la aceptación de la ignominia.
... Entonces se comienza a morir, se comienza a honrar la muerte. Porque después de un departamento con un florero azul y si todavía respiro, es posible que moleste en esta ciudad, en este país, en esta patria de banderas celestes y blancas. Entonces deberé irme más lejos, vender lo poco que aún resta, dos libros de poemas, un piano, una cacerola de hierro, porque ya no entenderé el idioma que hablan, ya no estaré segura entre gente armada con la impudicia, ya no sabré distinguir la verdad del error, ya habré perdido la voz para el lamento y el grito. Habrá que irse, atravesar la frontera, buscar las tolderías de los indios, quizá. Cada vez más al sur, hasta la extenuación, lo sé. Pero no siempre las razones de los sensatos son agradables a Dios o a los poetas. A veces parecen un montón de basura, excusas torpes de quienes son incapaces de procrear un sueño poderoso, de hacer posibles las utopías, de tener un poco más de compasión e inteligencia.
...Y además, aunque esta patria se esté tornando inhabitable, no voy a huir. Resistiré con ella, trataré de apuntalar sus viejos muros, recordaré a mi hijo tocando la guitarra frente a un fuego de ramas de eucaliptus, recordaré a los amigos de las revoluciones y a los vasos de vino.
...No voy a irme. No voy a empequeñecerme. Todo lo contrario. Voy a quedarme con un sueño tan excesivo que haga temblar a los timoratos.
...Por esta patria. Por esta casa.
© Edna Pozzi
16 Comments:
la palabra puede unida a esta conmovedora lucha contra los que opinan con intolerancia ante la soledad y pretenden la reducción de espacio y sentimientos. tu prosa es excelente, viva, actual. un abracito.susana zazzetti.
Edna tu prosa me trajo a la memoria aquel poema de Ester de Izaguirre "La casa en venta" donde se duele por tener que vender su casa. Un dolor sumado a otro dolor y el consuelo de que a todos nos pasa
Como siempre Magistral!!!
Me encantó.Los que crecimos y jugamos en grandes casa con patios y charquitos de días de lluvia te entendemos.
Hermosísimo este texto, escrito con el rigor de la buena escritura y pleno de fortaleza por seguir viviendo.
Un gran abrazo
Amalia M. Abaria
Es una lacerante confesión de pensamientos y un reclamo a toda voz..¡Te felicito Edna!
Escrito con la sensatez de la edad madura, la autora anuncia que aun cosecha esperanzas. Y no veo por que no debía ser asi.
Le deseo suerte en su futuro independiente, pleno de bellas palabras.
Aaludos,
Marta
Belleza, profundidad y sabiduría es lo que destila esta prosa, pero no sólo eso, sino también un lúcido reclamo, una férrea defensa por todo aquello con lo que se ha construido una vida.
Mi cariño y admiración
Juany Rojas
Sin palabras, impresionante, excelente, profundo, muy profundo es un poema sanador, universal. edna, una grande. Juan Lucas Andrín.
David Antonio Sorbille dijo...
Una prosa maravillosa. Me encantó. Un gran saludo.
Edna
un texto que no se puede leer sin sentir un nudo en la garganta. Para quienes hemos pasado por esa experiencia, la de ver la casa de la infancia en otras manos o la de abandonarla para que sea entregada al derrumbe, no podemos leer tu prosa sin llorar. Muy bello. Eduardo Chaves
Ay! Edna. Ando dando vueltas por la casa, llorando, abrazándola. Abrazándola
Alicia Perrig
Qué bello Edna, sabe que me cuenta entre sus admiradoras... gracias por compartir
"No voy a empequeñecerme".
Imposible, Edna.
Jamás podrías empequeñecerte.
Me consta desde tu palabra.
ELENA CABREJAS DIJO:
QUERIDA EDNA, TU PALABRA ES SIEMPRE HERMOSA Y GOLPEA CON SU REALIDAD LLLENA DE FIGURAS Y METÁFORAS, GRITA POR LA SIEMPRE AMADA PATRIA, Y NOS CONMUEVE. EDNA !!! SOS UNA GRANDE!!!
TU ADMIRADORA AMIGA.
25-6-11
Poema inmenso estimada Edna. Como bien dice Eduardo Chavez a medida que uno lo lee se hace un nudo en la garganta. En mi caso hasta hacerme estallar en emoción y en lágrima. Por algo sos la voz que sos y tanto se te reconoce. Gracias y más bendición para tus días. Alfredo Lemon
ENTREGAR LO QUE FUE SIGNIFICATIVO, ese destino, para las sociedades a las que la sabiduría de los ancianos no hace mella y no es considerada. Es una literatura que considera al OTRO y lo incluye. A tono con la nueva Antropología que, desde la ciencia, emplea mucho tiempo en reconocer el modo de vida y los valores de sociedades anteriores, ella, en una defensa conmovedora e intensa por el respeto a esas realidades lo expresa con su espíritu dispuesto al combate.
Clelia Bercovich
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