A los amigos en su día un regalito y un aviso...
Estaré de viaje por lo que el sitio estará unos días de vacaciones, igual tienen mucho por leer, el sitio crece y crece y eso es un orgullo para mí.
Prestigio, coherencia, respeto y compañerismo es lo que caracteriza a MISPOETASCONTEMPORANEOS, de ahí el éxito que nos hace partícipes a todos.
Les dejo un abrazo enorme y el 20 de julio FELIZ DÍA PARA TODOS.
Hasta la vuelta, Gus...Si me voy no descuelguen los carteles.
Tuve sueños que fueron disipándose al alborear.
Luché y perdí en este caminar de presagios incesantes.
Desde todos mis gozos me descubro,
persisto y vibro en eternas misericordias.
Solemne fue cada estrofa que escribí con mis garras.
Fuimos perseguidos
pero persistimos en nuestras luchas cotidianas.
Distantes nuestros anhelos fueron exiliados.
Fueron épocas de muchas condolencias.
Caímos en trampas de negros tentáculos que hostigan los deseos.
¿Fue escaso nuestro tiempo?
No bajen los brazos. No detengan los pasos.
De nuestras luchas hagamos el triunfo.
Tenemos el privilegio de toda rebeldía.
Tenemos la fortaleza de todos nuestros afectos.
Tenemos memoria, no existen los olvidos.
No quiten los carteles
esperen mi regreso y seremos gloria.
© Gustavo Tisocco
Del libro “Entre soles y sombras”
Poema de Rubén Gómez
(mago)
este es el mago
el de los ojos blancos
como su cayado tac tac tac tac
la sonrisa seca
de morder su vida
a un dragón de azufre tac tac tac tac
y salvar memorias
de sus hazañas
no futbol setenta y ocho tac tac tac tac
este es el mago blanco
hechizando con sortilegios
en la taza que baila tac tac tac tac
taza que tamborilea
unas pocas palabras rítmicas tac tac tac tac
encantamiento blanco
del que no da cuenta
el mortal pasaje tac tac
del túnel negro
© Rubén Gómez
Poema de Emilce Strucchi
De todos y de nadie enamorada
pide más de mi sangre o más de su morfina,
atestarse de amores
de lengua zigzagueante
y dejarse de sufrir en su silencio,
dejarme de joder con estampidos
(si yo soy pura víctima
y no digo o no puedo
ni pronunciarme ni vocalizarlos)
¿pero dónde,
dónde la maniática música?
-busque m´hija, rebusque
a mí me llevó hasta su abuso
tanto despotismo
de tanta gula
-pecado de los capitales-,
con tal empacho encierro en mi placard
que me tiene plenamente esposada
columpiada
y erguida
sobre este porvenir
penetrado-afilante.
© Emilce Strucchi
Poema del recordado Daniel Chirom (En homenaje a las víctimas en el atentado a la A.M.I.A.)
A quince años del atentado a la A.M.I.A. en Buenos Aires comparto este poema del recordado poeta Daniel Chirom como un humilde homenaje a las víctimas del atentado y a sus familiares.18 de julio (*)
¿Qué sucede esta noche entre todas las noches?
Todas las noches comemos en forma abundante
y cantamos y reímos con el vino
pero esta noche sólo hay pan ázimo y vinagre
pues estamos tristes pensando en el destierro.
¿Qué sucede esta noche que no entonamos cánticos?
Todas las noches alabamos a Dios
con nuestros mejores acentos
pero esta noche el silencio reina
porque nuestra hambre es débil
y extenso el desierto.
¿Qué sucede esta noche que las sombras ganan nuestras casas?
Todas las noches las luces brillan para iluminar la mesa
pero esta noche sólo hay un candelabro
para que recordemos la oscuridad.
¿Qué sucede esta noche que nuestras manos
y lenguas tiemblan?
Todas las noches rezamos por el día que vendrá
y bailamos al pie de nuestros lechos
porque la sangre inocente no deja huellas
pero esta noche permanecemos quietos
mientras las aguas se desbocan
y las oraciones son para los muertos
que aún nos acompañan.
¿Qué sucede esta noche que apretamos los labios
y cerramos los ojos?
Todas las noches las palabras
nos protegen de la piedra
pero esta noche las voces están mudas
y reímos en trágico gozo
pues un solitario muro delata nuestra intemperie.
¿Qué sucede esta noche que todos ocultan su mirada?
Todas las noches distinguimos camaradas
y detenemos con la elocuencia
la caída de los cuerpos
pero esta noche la ausencia
hiere nuestras carnes viejas
y la soledad del nombre
hace que escuchemos lo que antes veíamos.
¿Qué sucede esta noche que la alegría plegó sus alas
y el silencio distrae nuestros pensamientos?
Todas las noches,
aunque la muerte nos pise los talones,
anunciamos a la luna y adoramos al león
pero esta noche nadie llamó a nuestra puerta
y ya es demasiado tarde para que alguien venga
y nos guíe a través de las estrellas.
¿Qué sucede esta noche entre todas las noches?
Todas las noches un espíritu recorre
el día de nuestras bodas, imagina el primer beso,
el súbito esplendor, la loca belleza
pero esta noche un viento helado tañe los rostros
y el alma es polvo y cieno bajo las garras de la memoria perdida.
Esta noche somos perros que han extraviado a su amo.
En esta noche no hay nadie en el sepulcro.
(*) En esta fecha se produjo el brutal atentado a la A.M.I.A
® Daniel Chirom
Poema de Mónica Palla/Daniel Marino
duermes intranquilo el sueño del huésped,
el que ha sido invitado a casa ajena,
tu casa,
el que ha sido invitado a tierra ajena,
tierra hermana.
no sabrás si es estéril hasta que nazca el brote.
subterráneos temblores sacuden tus entrañas.
extranjero de tu nombre,
arcano, intempestivo,
tu rostro simula identidades,
tu soledad murmura confesiones.
dices a los tuyos cifrado tu secreto.
dices la llave del azul tierra.
dices.
detrás de tus palabras, el incendio,
ocres pétalos herrumbrosos,
errático extranjero anónimo,
de sangre y hormonas descendiente,
de arcaicos caminos trashumante,
hielo y fuego.
ciertas igualdades de la vida inexplicable.
© Mónica Palla/Daniel Marino
Foto: Horacio Farroni
Poema de Paulina Vinderman
Ahora mi único padre es el tiempo,
y su rara compasión espera por mí,
me mira fijamente desde un despeñadero.
En el camino, las hojas de los olivos
parecen plata manchada a la luz de la tarde.
Los pájaros prefieren los árboles con ramas
.................................................. muertas,
pueden lanzarse al vuelo en cualquier dirección.
¡Ah! Hacer un fuego sobre el montículo de
orfandad con ramitas muy secas.
Aprender a ver la vida
como un campamento provisorio:
cenizas y café con obsesiones por la mañana,
ceniza de acacias para entrar al desierto.
© Paulina Vinderman
Poema de Laura Yasan
avances del progreso
quise partir el átomo y apenas me dio el tiempo para inventar la rueda
es triste porque el mundo va a acabarse mañana
lo leí en el tatuaje de un mendigo
lo dicen en la tele
va a colapsar con todos y las cuatro tortugas
es tan inoportuno
la hice con dos costillas que nadie reclamó
..(salió su nombre en los diarios estuvo preso enfermo sin trabajo
...le vació un cargador en la garganta a la cajera de un fast food
....la curva de su tórax era un tanque australiano
.su mujer se escondía en paraguay le quedaron los hijos en brasil
.....y un túnel al infierno en medio de la espalda)
me salió tan hermosa
lleva una delicada imperfección y es veloz como nadie
como el ojo de dios cortando el horizonte
dicen que no hay entradas para la eternidad
..... (yo le grabé mi nombre con un clavo caliente)
© Laura Yasan
Poema de José Luis Visconti
avanza en la delgadez
.......... y no canta
el vestido verde
cuelga de la ventana
.......... en él dormirá como hamaca
.......... soñando con países de lejos
hace noche en rosario
en esparta
en la luna de valencia
la miran azorados
los representantes de una raza perdida
no pide a gritos
..........el pánico la sofoca
..........la noche también
no duerme
la felicidad... dice
está en las azoteas
y en las puertas laterales
el retrato de la madre
está del revés
tiene una leyenda en inglés
que no le traducen
.......... dice algo como in god we trust
igual es una foto vieja
.......... perimida
de las que se toman en las playas
o en la plaza de un pueblo
.... ella no sabe aún que morirá en sus brazos
y arranca una sombra del edificio
para llevarla a su sótano
y palparla
después, un poema lánguido como su cuerpo
se lo lee a un muchacho
que termina en su cama
y a veces llora
a veces su padre se presenta
rodeado de luces ..... y lagartijas
que la ciegan
su hermana le junta
ciruelas remolachas
de los caminos
a veces se encierra
.......... deja la hamaca
.......... la silla eléctrica
y mira la calle
se detiene en la niña rubia
que la señala
y esta vez tiene miedo
.......... claro que lo tiene.
© José Luis Visconti
Poema de Xenia Mora
Me declaro habitante
de la desnudez
de mis versos.
Con el prisma de mi espejo
proyecto los ojos
del albo día.
Tanto esplendor posee
que sólo permite
respirar la hierba.
Con mi cítara al hombro voy
como amante eterna
tras la música del viento.
Con el anhelo de reencontrar
mi vestido carmesí
con risas de lirios.
© Xenia Mora
Poema de Viviana Pelle
Hoy
¿Sabrán pintar los artistas
los colores de los prados
y los bosques andados del ayer?
¿Qué es el ayer si no es todo
hoy el recuerdo?
© Viviana F. Pelle
Poema de Verónica Petek
Solo sé lo que me queda
Entre violáceos rayos despertó mi alma,
percibiendo el cobarde escape de la razón.
Ahora aquellas caras eran simples extraños.
El amor había huido también en las sombras para siempre.
La soledad se hizo presente, cuando ya el ladrón de los colores, las risas y los recuerdos concluyo el trabajo.
En el indignan te despojo, solo dejo este mísero habitáculo, oliendo a vacío en cada esquina.
(y ahí estoy)
... En esta penumbra, sin pensamientos, sin ruidos conocidos,
solo el abandono me espera en las blancas noches de insomnio.
Si hasta los sueños se han ido, en busca de vida.
Solo sé lo que me queda, añorando lo que no sé si tuve
© Verónica Petek
Poema de Susana Mabel Lizzi
Anonimato
El poema me regaló un escalofrío inevitable
se coló por las ramas de mi apuro
anduvo un rato en la cornisa de mi día
descifrando broqueles
desaprendiendo voces
con su sabor frutal de ácido dulce.
Un beso soñoliento
fue el poema
¡y nunca supe el nombre del poeta!
© Susana Mabel Lizzi
Poema de Sebastián Olaso
No me quedo, no me alejo.
No escucho la promesa, no acepto el castigo,
no recuerdo mi palabra.
No respiro estos delicados amores
que no se apiadan de la curva de mi pena.
No me esfuerzo por saber nada decisivo.
... Todo esto te sucede porque no tengo piel.
He visto tantos, tantos, pero tantos colores en el cielo,
que avergonzado desmiento,
rechazo, debato, corrijo,
enfrento su azul,
que es el pecado original de mis ojos de poeta.
Algún epitafio visceral
me romperá el motivo, la hora, el lugar y la osadía
de simular haber nacido, de martillar sobre el ombligo
delator, de las pisadas inscriptas en el fuego.
Pero antes de vestirme de estos cuerpos
manchados por la historia, me conmino
a no reconocer mis aceites en el río.
... Todo esto te sucede porque no tengo piel.
No regresaré a las orillas de estos oceánicos relojes.
No estudiaré la constelación terrorífica del tiempo.
No insistiré en quedarme: sólo sé regresar de esta manera.
Yo, que no tengo piel,
que por seducir a los laberintos perderé estas pocas enseñanzas,
no abrigaré ninguna muerte aunque me sepa equivocado.
Preguntaré a mis enemigos cómo aprenden los maestros.
No son mis enemigos los verdugos de mi piel:
Son mis corazones los que siempre me apuñalan.
© Sebastián Olaso
Poema de Silvia Palferro
...........................a Jorge Luis Borges
Dispersos en el cielo, los ojos,
esos pájaros ciegos, fueron
moviendo sombras, como piezas
de ajedrez por su bastón
llevadas hasta el infinito.
Hoy detrás de su propia huella
se levantan otras. Ya huérfanas
ante el final inhabitable
del laberinto. Allí donde el verso
fatigó ilusorios sus pasos.
Del otro lado del espejo
una mano está apagando
el último poniente.
De este lado , entre penumbras
sólo hay polvo cubriendo
la soledad de un bastón.
© Silvia Palferro
Poema de Silvana Gangi
Entre dos insoportables irrealidades
Inspiro mi nariz fría
y las yemas de mis dedos
del pie
no regresar
a la noche material mía
Quien yo no lo vivo.
Olvidar
La posibilidad de esfumarse
No posible.
No.
¿Me respiro?
Detenerme ahora, ya!
Comprimir mi no ser verdadera jamás
¿Me despertas?
O si no querés despertarme por favor decime porqué.
Yo estoy
Pero me fui y corro
Lloro aire en algún lugar
Desperezarme de las personas
Qué ¿Quiénes “me”son?
Y la conciencia de beberme triste
Tampoco me impulsa a volar.
Persigo mirar no sé
A mí
Lo sé.
Sigue helada la mañana
Pero digo escuchar feliz y nunca lo despejás.
Eso que es mío
Lo tengo pero igual digo
Escuchar felizmente tu voz
De niña, niño lejos.
Tiembla sin acordarse
Sin alimentarse
Sin soñarse.
Te aspiro mi miedo
Callo.
Por la sensación de estar
(Suspiro presencia)
Sola.
Finaliza corrigiéndose,
Fantaseándose
Y desapareciendo en sí misma.
Tiritando.
Sus eternas piernas.
© Silvana Gangi
Poema de Carina Paz
...."...tanta sed convertida
....en el latido solitario de un hombre"
................ Enrique Molina
Basta con que alguien me piense en un meridiano de sol, de fuego o de locura.
En el temblor del crepúsculo donde la muerte crece a costa mía
noche tras noche
cuando mi cuerpo ruge su oscuridad en salmos de silencio.
Sus manos rozan mi libertad.
La exhalación del día que me aspira
como quien palpa a un ladrón furtivo cuya mirada abraza todo el vacío posible
en un hueco sin niño.
No habrá saciedad en esta fiesta de bocas ausentes
que devora sin piedad la soledad que soy cuando desembarco en mí
hasta amarrar en esta jaula al hombre que respiro.
De rodillas logro distinguir un vuelo bajo la armadura.
Un escudero sin paz desgrana las espinas que retengo
al tiempo que se apaga sofocado en la razón ajena.
Cómplice de mi oscuridad ingresamos sin testigos hasta el umbral del día
ese abismo que viaja conmigo silencioso de alas en constante escalofrío.
Y se repiten los muros, los cerrojos, el riesgo de extinguirse
sin haber logrado fracturar el eco medular de esta voz en rebeldía.
¿Quién cultiva en mí sus rosas de exterminio y exige su limosna de infinito?
¿Nadie percibe acaso que en el alma llevo un cisne muriéndose en secreto?
Gota a gota construyo mi sepulcro en algún sitio
y escribo este dolor en mi esqueleto.
Territorio sin tregua donde mi identidad es casi invierno.
Y su luz apenas frío.
© Carina Paz
Poema de Piero De Vicari
A la poesía que indaga:
-soy un fauno elíptico
del corazón y sus tumbas.
© Piero De Vicari
Poema de Fernando Sánchez Zinny
¿Cuánto hace que no miras las estrellas?
Son muchas y lo están pidiendo.© Fernando Sánchez Zinny
Poema de Natalia Molina
anoche soñé que te quería contar esto
pero no salían las palabras
dolía la garganta
tenía tos
de repente
comencé a escupir
trozos de vidrios
luego a vomitarlos
eran azules
contrastaban con mi sangre
ni vos ni yo hablábamos
sólo mirábamos
los fragmentos que brillaban
en el piso
como parabrisas de auto
después de un choque frontal
© Natalia Molina
Poema de Cristian Gentile
Existir
Una vez más busco mi pasado en tus ojos
Me subo a los sueños en las noches más heladas
Siento al mundo viniendo hacia mí como un barrilete
Camino con tus pies en la boca del invierno
Susurro de día y muy despacio, yéndome de a poco
Porque duelen los labios cuando digo tus palabras
Porque en idas y vueltas me quedo mirando la vida desde afuera
Y vuelvo de ninguna parte con el desierto en mis manos.
Ojalá algún día deje de espiar en las ventanas
Y ya no viva en la piel de otros
Y no pida nunca más que me presten momentos
Quiero existir para tener una historia
estoy cansado de atrapar al destino con los dientes.
© Cristian Gentile
Poema de Norma Segades
Adentro de nosotros.
Ha pasado la noche de los tigres
rugiendo entre la escarcha
su maraña de furia y desenfreno,
la noche de las gotas insurgentes
calcinando los muslos encendidos,
la noche de los fuegos,
la noche de amapolas y colmillos
y suspiros
......... y fiebre
.........y sol que estalla
en las grietas azules de los besos.
La noche de la sed,
.........de los combates,
del remolino hambriento.
Se diría que todo fue destruido
entre el sonido sordo de los truenos.
Pero,
.........acaso,
.........tu mano a la deriva
enlazando mis dedos,
la alianza de tu hombro y mi mejilla,
nuestro tiempo de luna sin rincones
habitando el silencio,
nos encrespa esta pálida ternura
que multiplica estrellas en mis venas
mientras te escucho,
.........apenas,
naufragar en la piel de tu cansancio
junto a la exacta piel de mi cansancio...
al oeste de todas mis mañanas,
en el flanco derecho de los sueños.
© Norma Segades
Poema de Ricardo Rubio
ARDE LA TARDE
Quisiera tragarme el universo.
Quisiera decir que si quisiera
partiría mi corazón en burbujas,
mi parecer en sonidos
y mis ojos en violento color.
© Ricardo Rubio
Poema de María Sangüesa
GRISES HUELLAS
Grises huellas de arena y desengaños
transitan en las algas y en el cuarzo.
Un albatros devora sus palabras,
caídas en las rocas y en las aguas.
Rasga la piel un viento de mentiras,
estela de un instante y de sus pasos,
sin rumbo ya, sin vida y sin sentido.
Detrás de los cristales, apresadas
quedaron las sonrisas, y el destino
quebrado yace en líneas de sus manos.
Espadas de salitre rompen sueños
empañando de espuma sus espaldas,
ofrecidas al aire y a la nada,
perdidas en el tiempo y en la playa.
© María Sangüesa
Poema de Radamés Buffa Ferrari
LA MUERTE DE MARAT
Mantuvo la rebeldía,
el juramento y la palabra,
la carta lejos del agua.
Y cayó la venganza
que corroe, que paga,
que acecha.
Aún haciendo justicia
cayó el grano y la verdad,
las llagas y los calzones
de los artesanos, la noche.
La tinta podría ser volátil,
podrían ser las pelucas,
los traidores, habladurías
y el terror de las cabezas
rodando.
Y la trama corrió
la pintura del cadáver
mientras suben la bandera
los niños y marchan
y mueren y marchan
y mueren los hijos
de Francia.
Llegan como salvación,
como tribunal de la razón,
flácido cuerpo del odio
y con palos los siervos
y las calles de París
desagües de sangre.
© Radamés Buffa Ferrari
Poemas de Natalia Carám
Y LOS ABRASADORES DEL SOL
Hurgar miserias
Excavar el silencio
Ahondar la tierra.
El signo sutil
Horizontal y simple
Destruyendo un dios.
Así inflamaron
Propagaron, hicieron
Letras aladas.
© Natalia Carám
Poema de Nora Alicia Perusin
POEMAS A LOS AMANTES1.
toco una isla, mi amigo duerme,
su espalda contiene el sueño.
Hoy no estaré para él
seré parecida al invierno corroyendo piedras dispares
seré la niña,
la terrible marca en el papel
Saldré con algunas menudencias
collares aros antiguos
y mis pasos al azar.© Nora Alicia Perusin
Poema de Víctor Marcelo Clementi
Vetas de una Noche Cerveza
animal insaciable
a orillas de la noche
litros de ciudad en un poema
cae música
otra máscara de humo vidente
hijo del placer que fugó por las costuras
hijo ilegítimo de la vanidad
colapso en la inmediatez
y barbarie despereza palabras homicidas
desde ésta sangre huésped
supe quien suburbia en agua áspera
arriesga el ego de cartón
y habrá murgas de espanto
lloviendo volver
© Victor Marcelo Clementi
Poemas de Romina Cazón
XLV
Cierra la boca
esta tarde lloverá
no te ahogues.
XLIX
Agua y viento
baten sus manos - alas
niño ríete.
© Romina Cazón
Poema de Ricardo Venegas
Atrás lo que podría recordar
en una aparición de escenas
donde las soledades se reunieron,
atrás es vida eterna para mis muertos,
los más amados en el viento
y en la congregación de los venenos.
A esta cita del presente he asistido
con la puntualidad de un marcapasos
y no hay mirada vasta que precise
por qué sigo creyendo que somos
los que estamos vivos.
© Ricardo Venegas
Poema de Marga Mangione
Despojada de ti
Como desnuda el árbol sus ramas en otoño,
se desnudó mi alma el día de tu partida
y se abrieron heridas profundas en mi pecho,
causadas por la angustia de aquella despedida.
Se cerró mi garganta clausurada de penas
y mis ojos lloraron lágrimas de amargura,
una inquietud enorme se adueñó de mi vida
y añoré cada instante de tu antigua ternura.
De pronto la rutina cabalgando en las sombras
penetró por las puertas de mi casa vacía,
llenando los rincones atestados de ausencia,
con la presencia enorme de la melancolía.
Cada día era un duro y pesado sufrimiento
me poseyó de pronto la desesperación,
y dejé que mi cuerpo vencido por mi mente,
se hundiera lentamente en la honda depresión.
Ya nada me importaba y tendida en mi lecho,
llenaba con suspiros la triste habitación
que un día fue testigo de tus ardientes besos,
recorriendo mi cuerpo colmado de pasión.
De todo lo que fuera ya no me queda nada
juventud y belleza, todo eso lo perdí,
desde que me dejaste no me sirve la vida
si tengo que vivirla, despojada de ti.
© Marga Mangione
Poema de Benjamín Mejías Caris
De aquí la selva prendiéndose en llama
por ahí la rivera verde agoniza
agoniza el cuerpo
la piel agoniza de manchas transparentes
el sexo agoniza
todos se dispersan agonizando.
Aquí en la selva prendiéndose en llamas.
De vez en cuando desde la rivera verde
las manos cansadas
hacen gestos y otros gestos.
Yo cuento mis años y los años
y hago instalaciones para nuevos efectos.
© Benjamín Mejías Caris
Poema de Lidia Vinciguerra
Un renacimiento de luz
deja sus marcas en indulgencias vacilantes
y todo vuelve a suceder.
Extensiones apenas visibles del esmero de una araña
dibuja hilos que caen imantados desde el techo.
Ella mira y se le escapan las manos.
(Sustituir un delgado hilo que ocupa ese espacio
por el ojo que aplica sus leyes,
alcanza el mensaje.
Amplifica la naturalidad con que la araña agoniza.)
El espacio legitima su dimensión inicial.
La araña muere.
Ella cambia de sitio
y el ojo redimensiona la tapa de un libro de Clarice Lispector.
En tiempo de traiciones estéticas
la memoria activa páginas que identifican
otros orígenes.
© Lidia Vinciguerra
Poema de María Amelia Diaz
ELEGIA POR LA CONFERENCIA DE BERLÍN 1884/5
Bajo un friso de máscaras que esconden
las llagas pálidas del deseo,
es silencio el tambor inocente de la noche.
Fraguada en la palidez de la magnolia
la piel traiciona los colores
con la pólvora que ilumina la escena,
fraguada en la palidez de la magnolia;
siempre pliega sus alas en Europa
(Europa tan doncella, tan hermosa y tan blanca)
porque no fue inocente que el ave de rapiña y los felinos fueran sus escudos.
(Sí, hablo de Europa, la doncella tan blanca y tan rapaz)
Es su piel que abrió las fauces,
que usurpa el mundo y sus colores,
todo le pertenece a Europa por ser tan blanca y tan historia:
la memoria y la lengua, la religión y las cosechas,
y la piel de los pueblos,
porque todo lo que no es blanco es salvaje,
oficio de brujos
donde duerme el talismán de las sombras.
Y hay que desollar un niño oscuro para salvar al mundo
y guardar los restos del festín
en un sarcófago pirata
fraguado en la palidez de la magnolia.
Luego, colocar en el altar al ángel,
blanco también y lanza en mano,
con la cabeza raída vuelta hacia el costado.
(Sí, hablo de Europa, la doncella tan hermosa y tan blanca;
la del rapto)
© María Amelia Diaz
Poema de María Chapp
D R U I D A
.........A Brighid, diosa druida
.........de la poesía y la sanación
I
Señora druida
rostro detrás de todos los rostros
permanece en mí
envuelveme en tus acordes
mientras despierta
la delicada memoria
sostén mi espíritu errante
hasta que halle carnadura
y mis demorados pies
transiten esta tierra
Señora druida no me dejes
tú que ves en mi rostro
las huellas perennes
los levísimos
.......... austeros resplandores© María Chapp