Poema de Ana Emilia Lahitte
Lo trajeron
los hombres de la sed.
En un principio
me pareció reconocer un pájaro.
Luego se distendió como una fiera.
Creí después morir en un naufragio
de abedules o de ángeles baldados.
Sigo ignorando
qué es lo que hasta ahora
me mantiene
……………… así
…………………. desorbitada
tratando de mirar lo que me ciega.
Lo que me abisma.
Lo que me destruye.
Sé que jamás sabré.
Y eso me salva.
© Ana Emilia Lahitte