26.9.08
Poema de Alicia Márquez
....."Llaman a la puerta
.....pero los golpes suenan al revés
.....como si alguien golpeara desde adentro"
...............Roberto Juarroz
Y es el tren.
El fantasmal, el agónico, el destripado tren de los cartoneros.
De los nadie.
De los sin nada.
De los grises.
De los sin importancia.
De los que pagan su boleto día a día
para acarrear la miseria diaria.
Pasa el tren urgente por la estación.
La gente, rápidamente se convierte en una sola espalda.
No veo. No existe.
¿Adónde va el tren?
Adónde con sus ventanas enrejadas
por las que asoman oscuras caras
de oscuros ojos, de oscuras manos (la pobreza tiñe)
que miran la gran espalda de los que ignoran.
¿Adónde va?
¿A Auschwitz?
¿Adónde va?
¿A un gran basural en el que dejan el alma?
¿Adónde vamos nosotros?
¿Adónde vamos?
© Alicia Márquez
Poema de Moni Munilla
POEMA PARA DON ROBERTO
(Para el cantautor Roberto Galarza, autor de "Volver en
guitarras", fallecido en Corrientes el 23/09 a las 7 de la mañana.
El poema fue escrito a las 10.30 del mismo día).
No puede haber despedida
cuando a poco de partir
se hace canto su recuerdo
y el alma comienza a hablar.
Tantos fueron los caminos,
tanta fue su sed de andar,
que el legado musiquero
lo heredaron los zorzales
de los campos y el palmar,
en septiembre y primavera,
como ofrenda de bondad.
Mucho antes de este día,
Roberto pidió un deseo
que fue su mayor anhelo:
estar junto a los amigos,
ser guitarra y chamamé,
quedarse en la madrugada
abrazado a una poesía
como aquel tronco de árbol
que en sus versos florecía.
La vida es este presente
que duele hondo en el pecho
aunque el cielo ignore el llanto
y en su celeste perfecto,
prepare una despedida
con música, con aplausos,
con esta costumbre nuestra
que se viste de sonrisa
para decirle: aquí estamos,
en este tiempo de espera
que comienza a ser nostalgia
por don Roberto Galarza
el zorzal del chamamé.
© Moni Munilla
Poema de David Sorbille
..........A Roberto Arlt
Sangre de inmigrante
puño y duende
pasión del tiempo
que formula ideas
de sueños y conventillos
orgullo y pena
en años de delirios
prostíbulos y huelgas
espejo de los miedos
rencores y silencios
mezcla singular de artista
y obrero de las letras
viajero e ilusionista
negador de las formas
rebeldía genial y fecunda
de aquel que proclamó
que “el futuro será nuestro
por prepotencia de trabajo”
© David Sorbille
Poema de Isabel Krisch
un sonido de bosque noble
guía la huella
y la esparce
un arrullo naranja confunde al río
lamento de copos
garra y raíz de llanto
olor a carne quemada
a hombre corteza
a pie perpetuo que camina solo
desde aquí el tímpano alcanza
proyecta la tristeza de no ser
en el velo gris de las nubes
desde aquí asciende un sabor lacre
un principio viril abatido
una lágrima ungida
como un eco
rota la mansedumbre se cubre el rostro
y es portadora de sabiduría la madera
aunque devenga en cenizas
aunque ya no pueda tener el mismo sabor
la miel de esa colmena
que fabrican otras abejas
desde aquí... las almas
como en enjambre
pueden oírse todavía
© Isabel Krisch
Poema de Alejandro Mauriño
UNA BELLA HEROICA Y BRAVA
Traigo a mi dolorida memoria
un ángel mujer:
De negros músculos
y oscura fuerza, llegada en tour
de medieval crueldad;
de cobriza tez, testigo de la muerte
de su raza;
de taheña trenza
y portadora del trigo universal.
A la compañera del héroe
de la esquiva libertad;
a la viuda múltiple
del mártir Astrada;
a la víctima robada
por los sicarios de López;
a la que reza, resignada
y miserable de todo,
en soledad.
A la nueva y a la vieja
del país del agua
nombrado hoy Iberá.
La evoco y pienso,
me estremezco y elevo
con ella, sueño.
Viaja en mi corazón-carroza
de alabanza
y le digo en lágrimas y palabras:
multípara famélica
del estero,
hembra de la guerra
y la esperanza,
luz de la ciénaga,
mano de labranza,
mujer sublimada de Corrientes,
brava, brava.
© Alejandro Mauriño
Poema de Alda Salzarulo
A ROBERTO THEMIS SPERONI
Es septiembre y vuelvo a recordarte
con tu Padre Final. La primavera
se desliza en el tiempo hasta encontrarte
enorme y vegetal, canto y madera.
No te quiero evocar para llorarte
sino para decir que fuiste, que eras…
Y te pienso en azul, porque al pensarte
la costumbre del sol te recupera.
Al exhalar tu esencia hiciste un hueco
y en el aire hay un hueco todavía
pero tu voz se repitió en el eco
y hoy escucho en exacto mediodía
tu verbo mineral. Del tallo seco
brotan las rosas de la epifanía.
© Alda Salzarulo
Poema de Juan Ricardo Sagardía
A BRISA ABRIL (Mi nieta)
Mi amor
............ es aún poesía.
Criatura lírica
que germina en la dialéctica
de mi corazón enamorado.
Sílabas que se entrelazan
en el misterio.
Ella vive,
pero aún no ha nacido
su sol continuamente llueve en mí.
Maravillosa luna la espero
llenará de tus dedos mi mano.
Seremos desde el principio
el mismo amor.
Tu brisa
........Mi piel.
Tu abril
........Mi renacimiento.
© Juan Ricardo Sagardía (Santoamor)
Poema de Sergio Borao Llop
PERSISTENCIA
Dentro de cien años
cuando reine el olvido
cuando ya nada importe...
persistirá la lluvia
sobre el antiguo Alcázar;
persistirán el musgo,
la piedra humedecida,
la caricia del sol sobre los arcos;
persistirán las sierras
y su olor a esperanza;
persistirá la tenue
noche mediterránea
con su rumor de arenas
entregándose amantes
a la mar misteriosa;
persistirá el susurro
del viento entre las ruinas...
pero nosotros, dime
¿que será de nosotros
cuando sólo el olvido
pronuncie nuestros nombres?
© Sergio Borao Llop
Poema de Gabriela Delgado
Último tren II
El trigal mece las remotas luces del día.
En un lánguido horizonte
de caminos paralelos
el tren huye.
Gesto de fuga
en la profundidad de los ojos.
Saturado de recuerdos,
llega a colgarse del último vagón
sin voltear siquiera
para ver la noche irrevocable
que dibuja sus primeras vetas
sobre las alas de una calandria.
© Gabriela Delgado
Poema de Xenia Mora
MELANCOLÍA
Tarde suspendida
quimera de versos,
el silencio en un sillón
reclina los latidos.
Escucha una música lejana
lee los mismos versos,
en este invierno sin tiempo
donde viaja algo de ella.
Flor de canela en el exilio
teje retazos de melancolía
y los ojos escriben lágrimas
en una canción de amor.
© Xenia Mora
Poema de César Carbache Mora
VOY POR TUS RAÍCES
como por un bosque
como por un río multiplicando sombras
todo tu yo es un cauce danzante
un surtidor de imágenes
plantado en la tierra de la memoria
ojos de agua
....................... voz de selva
pasos de ramas
tu piel es una piel de madera cruda
piel plantada a orillas del sol
piel de la raíz del comienzo.
© César Carbache Mora
Poema de Irene Zava
ODA DE GRISES Y BLANCOS
Envuelto en un alo de incertidumbre,
vuela el hombre. Queda atrapado,
entre gente que le es infiel..
Lo persiguen ritmos internos.
Bruma Gris y sombra.
Ha olvidado el cuarto en la casa de su madre.
Navega entre diferentes barcos,.
con la imposibilidad de ver su fondo.
Habla despacio, no escucha evidencias.
La diferencia entre apego y amistad
está en duda.
En su cara crece el malhumor.
Da un paso mas.
Sabe que es posible
encontrar una almohada
donde apoyar su cabeza.
© Irene Zava
Poema de Ramón de Almagro
Poema del Olvido
Tú puedes olvidar y los recuerdos
Se pegan a mi piel, como un castigo
Tú puedes olvidar, yo sólo vivo
Añorando el querer que se ha perdido
Tú puedes olvidar y a cada noche
Mil vueltas yo le doy buscando olvido
Tú puedes olvidar. ¡Ay si pudiera!
Olvidar como tú... sin un suspiro.
© Ramón de Almagro
25.9.08
Poema de Emilce Strucchi
De la enviciada, no se dice
si tiene olor morboso
tal vez esté algo alicorada
o le sobre morfina (anestésicoespejo)
para su obra de mortandad
y yo que me obstino con sílaba
o piedra,
mudez del escultor
agua,
sobre roca caliente
bruta
después de la pasión tú me repudias
¿sabes? el desapego me exaspera
entonces vuelvo a mis grises texturas,
a la razón distinta y clara
y otra vez más al juego
de tómbolas que ruedan
malparidas
me ruedan percutiéndome
y al fin me cantan
otra vez
dentro de todo y del placard
tus metales retumban
y me gritan:
¡negrojaula!
¿y este ulular en nuestro armario?
¿desde dónde este aullido condenante?
¿desde qué compasión
arden mis versos?
© Emilce Strucchi
Poema de Erick Strada
DESVARÍO XI
Pienso en las voces invertidas
desde el odio que disfraza la pasión
al murmullo proscrito de verdad
encajado en los tactos naturales,
cónclave de sueños infantiles.
Sucede cuando a veces
las palomas llevan alas de canciones
y las nubes reflejan el submundo
imitando pastos y humedales, imitando
rostros esbeltos, caracoles
desnudos en la nieve.
La tórrida caricia llega sin aviso
mientras la secuencia vaga
por clásicos peldaños
de lluvia salada
hasta que el cielo se desgaja
en gritos,
traiciones
y trozos
de
fe.
© Erick Strada
Poema de Diana Espinal
En esta biela de egresada
Dejaré cargas de electrólisis
En cada uno de los poros de los faros y de los postes
Dejaré a 100 metros bajo la ebullición de los echa cuervos
Las cúpulas sobre las pechinas
Con la Proto-ilusión de várices en alto relieve
Desdoblaré los delfines del armario
Empotraré doscientas epístolas de vocación en cuellos de flamingos
Aunque
Se embarace el macho hipocampo
Y solo de a luz hembras
© Diana Espinal
Poema de David Rosario Sorbille
A LA VUELTA DE LA ESQUINA
.........A Raúl González Tuñón
Me imagino a Tuñón
a la vuelta de la esquina,
con su mirada andariega
y su inquieta costumbre
de luz irreverente,
con un violín de lata
de poeta itinerante,
y su voz triste y cálida
abrazando las palabras,
sus canciones errantes
repetidas en las mesas
de los bares de antaño,
y las viejas consignas
en las calles suburbanas
de sus barrios amados,
con el mismo fervor
por las causas nobles,
populares y elevadas
como el vuelo infinito,
de un pájaro libre.
© David Rosario Sorbille
Poema de Myrtha Milella
Nostalgia
En la nostalgia del tiempo
que descuelga estrellas,
basta siempre un minuto
a que un ala de sol
permita vislumbrar el azul
de mis arrebatos.
Saldré a buscarte
hambrienta de pasiones.
Hurgaré la arena
hasta disolverme en ella
y renacer en viento
Desnuda de mi
sentiré el espasmo que provoca
el abismo de tu silencio
Una bandada de pájaros
acerca mis delirios
a un espacio sin brisas.
Extiendo mis manos, así palparte
no las tengo
las perdí junto al viento.
© myrtha milella
Poema de Viviana Pelle
El era el mundo
.......a Gaspar H. Madariaga
El era el mundo todo
nacido en las entrañas
de mi ser grano de arena,
de mi ser poseído por él
Yo nacía y paría junto a él
enredados en paraísos
de voces claras y precisas
El tenía una sola fórmula
hecha con su mundo de libros.
Su pasión me cubrió
una noche de invierno
entre sábanas de fuego
nació él, su mundo.
Por muchos años lo amé
y de a poco él me convirtió
en esta nada que ahora
está obligada a olvidarse
de él, su mundo, de mi vida
Su ser todo se marchó
y yo, grano de arena
intento resurgir
de los escombros de la nada.
© Viviana F. Pelle
24.9.08
Poema de Norberto Barleand
LA SANGRE DEL ORIGEN,
............ Conquista de la Muerte
Asoman antorchas
por extensas llanuras
raíces de tierra
la cultura del Indio,
horizonte de luna y milagro.
La codicia patriarca en la pica del tiempo
socavaron la espada al grito de muerte,
al cacique ,
al surco,
a las huellas ranqueles.
El Sur devastado en tinieblas,
roja porfía
sorda conquista del duelo.
General del Horror,
la crueldad de tus venas impías,
enjambre de lanzas,
barbarie,
un mortero en los rostros partidos.
Augusto cobarde,
reptarás en comarcas del miedo
calaveras de espanto,
y tu nombre de luto
arrojado
al zanjón de la historia
...................... con el lodo final del ultraje
© Norberto Barleand
Poema de Graciela Licciardi
hay silueta de muerte
en la nochera nostalgia
un rincón de sed que opaca la garganta
y que ata nudos de tristeza
hecha a retazos
poco a poco
de tanto angustiar el tiempo
que hace no te veo
hijo
no te veo .... ni te toco
hijo grande
hijo sin mí
cuerpo roto de mí que espera
y que tanguea la vida
disfrazada de maga
para no desfallecer
© Graciela Licciardi
Poema de Yadi Henao
LEGADO
.....Pertenecemos a esa sociedad que
.....ha reducido a mi madre a la desesperación
...............Marguerite Duras
Mi plegaria crepita en hojas secas de fe.
Madre, talaron el árbol de la vida.
Escribo la historia del desamparo,
el telegrama que selló toda esperanza,
la estampida del clavel sobre ruinas de cereza.
Lo vimos todo, madre.
La caravana de langostas sobre cosechas de amor,
la rancidez de sus frutos.
El astillado esqueleto del país que soy,
la radiografía del fin entre mis manos.
Madre, todavía te veo sobre Pomponio,
el asno de la dicha.
Una y otra vez te arroja a valles de asfalto,
dos veces más una, te levantas.
Allá va, gritan,
la sola en hipotecas
sobre ruinas de caballo.
Allá va.
Mujer que hizo de madre.
Siempre.
© Yadi Henao
Poema de Rubén Derlis
SONETO A BAIRES
Vos sos mía, ciudad, aunque se oponga
tu marido legal: el intendente,
y te amo en cada esquina, entre la gente,
o donde este habitarte lo disponga.
En el tango que busca tu inocencia
para arrastrarte hacia su desvarío,
y en la música nueva, desafío
de luz-color llenando tu presencia.
A veces no venís cuando te espero
–con más ganas de vos que de mí mismo–
para ser tu nostalgia un sólo instante,
porque sabés a muerte que te quiero
aunque a veces lo niegue –por machismo–
y que habré de morir siendo tu amante.
© Rubén Derlis
Poema de Clara Del Carmen Guillén
LENGUAJE EN NEGRO.
La tarde enardecida:
A treinta y ocho grados la memoria
hundida entre la sombra del recuerdo.
En negro todo
Negra mi soledad se necesita
A sí misma se busca
Para ya no formarse en multitudes
La tarde en la ciudad es fuego en ciernes.
Es ceguera y razón
tiempo y destiempo.
© Clara Del Carmen Guillén
Poema de Ariosto Uriel Hernández
Aquí de pronto el cuerpo
........................... se quiebra
en las trémulas alas de la escritura;
y el desmantelado esqueleto de las letras
dibuja ... con manos sonámbulas
la descarnada limpidez del alma.
Todo está callado en el instante de la escritura.
Trofeo del silencio es el poema erguido.
Aquí se consumen signos como lámparas
torbellinos de respiraciones desatadas.
Hay palpitaciones en la jaula del pecho,
taciturnos truenos con sus penas abiertas,
deshojadas horas caídas del árbol nocturno.
Aquí tiembla la piedra de los párpados
y los ojos son islas que se recorren
con pies desnudos y blandos.
Aquí de pronto el cuerpo se quiebra
en una imagen que vive a la intemperie,
en unas palabras de alguien
......................... ¿a quién?
© Ariosto Uriel Hernández
Poema de Cristina Fernández
ESPÍRITUS DEL AIRE
En esta Sanagasta del silencio,
que percibo plural y desgarrado
por el viento que, eterno en sus insomnios,
deambula por montañas sin edades,
me reencuentro en la piel y las raíces.
Los ancestros, espíritus del aire,
recorren estas piedras sin descanso.
Milenarios fantasmas que la sangre
siente latir clamando desde el alba.
.....En esta Sanagasta del silencio,
.....del verde brillo que despunta el agua
.....me desvelo de sol entre los cerros
.....polícromos, audaces, que me atrapan
.....mientras las nubes les dibujan sombras
.....en un tiempo sin tiempo ni distancia.
.....Siento crecer la tarde entre canciones
.....-susurrada tonada en la alameda-
.....y en un fulgor de oros y de ocres
.....se adentran, dulcemente, las estrellas.
En esta Sanagasta del silencio,
De las altas paredes gris y greda
Recupero mi asombro adolescente,
Mi identidad primera. Y la promesa
De guardar un retazo de su cielo
En mi pequeño corazón de arena.
© CRIS FERNÁNDEZ
Poema de Carlos Kuraiem
............... a Juan Cunha
escuchando el arrullo
de una madre primeriza
pueda ser que me duerma
del lado bueno de la vida
pueda ser que sea tarde
para ser inocente
más allá del poema
pueda ser que sea hora
de comer
y no me llamen
y me quede mirando
el camino para irme
La cabeza
-peso bruto entre los hombros-
y aquella mano
que ayer me acariciaba...!
© Carlos Kuraiem
Poema de Cristina Pizarro
Alhambra
Como un alarife
que levanta en las columnas el árbol de la vida
miro las raíces de tus manos
y me abrazo
al follaje de tu fuerza.
Resbala el sudor de mi piel
como el rocío de las cúpulas
y en un cántico sagrado
mi voz emula al ruiseñor.
Qué me dice la Escritura del Islam
en esa geometría.
Acaso el Dios anunciará la Redención
más allá del sacrificio.
Sólo sé que doy cada paso como ofrenda
al arquitecto celestial.
Se me fragmentan en islas las corazas
cuando recorro la sintaxis del horror.
© Cristina Pizarro
23.9.08
Poema de Graciela Caprarulo
duerme la perfecta finitud de la rosa
que pierde su esplendor
duerme en el averno
su torcido destino de amapola
de profundis duerme
y sueña
que muta que palpita
aletea en la noche
que también duerme
como duerme el Padre
como duerme el Hijo
si la rosa es asesinada
si el averno es un río
sus cadáveres flotando
en el intento de llegar hasta la orilla
© Graciela Caprarulo