11.6.08
10.6.08
Poema de Edna Pozzi
El blanco pastel con sus cúpulas de azúcar
en el día de los miserables.
Corríamos por las calles con la ofrenda inmaculada
hasta la casa donde había pulgas
entre niños morenos y rotosos
y el agua se buscaba en canillas lejanas
y un bebé caía en montañas de estiércol
y nosotros, madre
dioses gitanos y malolientes
sin iglesias ni sombras ni ataduras,
¿éramos los portadores del misterio
los graciosos dispensadores de dones
con el blanco pastel
en el día de los miserables,
el tierno pastel robado por tu frío coraje
en la casa rosada de la colina,
la casa con visillos de encaje
y muñecas de porcelana?
Oh, madre, madre,
en el extremo de la dulzura
y la severa justicia de los días.
© Edna Pozzi
Prosa de Pere Bessó
EL ÁRBOL
the few known wishing trees in
The Heritage Trees
Constable
Me concederás un deseo en donde el antiguo lirio entre espinas de fuego reina, me otorgarás un designio mientras yo suplico cada palmo de tus agitados limbos abotonados, presionados, incrustados con las monedas del ansia fosilizada en la memoria. Responderá el árbol mientras quedas enraizado en su propia firmeza. Le hablarás del último resquicio de tu corazón. Deseo que mis poemas compartan una historia para el verdadero destino de las hijas de las hijas, rapto, muerte y renacimiento. En el deseo mismo el viento se duela, el árbol calle, las nubes brillen, los renuevos reverdezcan, los ocelos de las flores estallen con la punzada de cada moneda. El árbol de
L’ARBRE
'this lone, wind-blasted hawthorn in the wilds of Argyll is one of
the few known wishing trees in
The Heritage Trees
Constable
Em concediràs un desig on l’antic lliri entre espines de foc regna, m’atorgaràs un designi, mentre jo suplique cada pam dels teus agitats llimbs abotonats, premuts, incrostats amb les monedes del neguit fossilitzat a la memòria. Respondrà l’arbre mentre restes arrelat en la seua pròpia fermesa. Li parlaràs del darrer badall del teu cor. Desitge que els meus poemes compartesquen una història per al vertader destí de les filles de les filles, rapte, mort i renaixement. En el desig mateix el vent es dolga, l’arbre calle, els núvols brillen, els rebrots reverdesquen, les poncelles de les flors esclaten amb la punxada de cada moneda. L’arbre de
© Pere Bessó
Poema de Norma Segades
Nocturno del miedo.
Es de noche.
Tú sabes...
Hay ojos amarillos
edificando negras soledades
en extrañas esquinas.
Y hay corazones ciegos
suplicando mendrugos de palabras
ante espaldas dormidas.
Y hay hombres revolviendo en la tristeza
para encontrar un eco,
un trozo flaco,
las hilachas desnudas de una risa.
Y hay dolores gastados,
y amores sin abrigo,
y mujeres marchitas
vendiendo en la intemperie
su follaje de espinas.
Es de noche.
Tú sabes...
El mundo es una espada
decapitando rosas ateridas.
Es un hueco de vísceras aullantes,
un infierno de luna
diseminando gotas de ceniza.
¡Qué suerte este destino de sabernos,
de tocarnos
y vernos
y sentirnos,
de amarrar,
al ocaso,
la proa de tus manos errabundas
en mi cintura herida!
Abrázame,
amor mío.
Es de noche.
Tú sabes...
En los desfiladeros del silencio
muerden fauces salvajes
las violetas perdidas.
© Norma Segades
Poema de Carlos Barbarito
SIETE INVIERNOS –
A través de la grieta el ojo descubre
lo que ya sabían los muros,
las raíces. Y es inútil la palabra.
Y es vano el juego del niño en el barro.
Porque al fin nada obtiene de si
el alimento, nada alcanza
lo que persigue, nada se transfigura.
Hasta el aire tiene peso.
Hasta los bailarines mueren en el fuego.
Hasta el pez acaba en la red o en la teología.
© Carlos Barbarito
Poema de Laura Yasan
soy la mujer en la ruta del texto
donde vine a decir había monte
tierra de nadie había
paredón y después más paredones
solita yo
voy abriendo camino con mi pala
fui juntando metal para pagar
firmas para pasar
la hormiga yo
trazo mapa en el mapa
soy la mujer en la ruta del cuerpo
quiero testimoniar
palabra
esta es mi lengua
y este número largo es mi estrella amarilla
vengo buscando sangre y está lleno de muertos el país de los vivos
culpable yo
argentina
soy la voracidad en la ruta del hambre
vengo a decir lo mío y está lleno de voces el país de los muertos
en el puño cerrado el corazón
en el otro la piedra
palabra
este es mi gheto
vine buscando manchas y está lleno de huellas el país de la luz
© Laura Yasan
Poema de Sergio Borao Llop
FUGACES REENCUENTROS
Nostálgicas presencias
que a veces sin ser convocadas
vienen a turbar la muerta rutina.
Son como instantáneas.
Aparecen de pronto ante nosotros
tras la cortina gris de una tormenta
al otro lado de un voraz incendio
en la fila del hipermercado
o allende los cristales de un acuario.
Y tratamos de asir desesperadamente
la esencia del recuerdo que despiertan,
el reflejo sutil de la memoria.
Mas al abrir los ojos
el paisaje ha cambiado.
Nada es ya lo que fue.
Las queridas presencias
se alejan como sombras hacia otros territorios
en los que acaso sea posible la palabra.
Más tarde, entre las sábanas,
seguiremos buscando la llave del enigma.
Pero el pasado no vuelve para nadie.
Poema de Ana Emilia Lahitte
Tenía un grillo entre las sienes
y sabía decir mariposa.
Lo demás lo ignoraba.
Un día
descubrió que dios no era una alondra.
Otro día
les dijo a las simientes
que sería más lindo brotar alas.
Al fin
se convenció de que en el mundo
hay demasiadas cosas sabias.
Y se fue despacito
caminando ... caminando
hasta el alba.
© Ana Emilia Lahitte
Poema de Diana Poblet
La pasajera
Habito exilio y éxodo
amurallo las manos
lo válido
resplandece
en
faro que alumbra detrás de mí
faro que intuyo sin ver
Faro que resiste a mi rosa de los vientos
que jamás ha marcado nortes.
Ella y yo
tenemos
claridad de pertenencia.
Si hay viento huracanado
si hace mucho frío
y el hielo cae sobre la espalda
estoy llegando a casa.
Detrás de la puerta
todas las lavandas
todos los leños.
Poema de Daniel Chirom
Caminante de las islas
sombra
costa verde
agua dulce
murciélago
duermevela
ojos rasgados
pasmados
sedientos
El viento
una encrucijada
una estela
aire nuevo
mar voluptuoso
batuque atávico.
Pies descalzos
en la arena
manos abiertas
en el lodo
cuerpos blancos
en un paraíso.
La mirada vuela
olfatea
gime.
El cantón, la isla
la ciudad-luz
la catedral
los brujos
los tabacos dorados
la espuma de aguardiente
la nieve eterna.
Ahora la faena
parpadea
los bananeros
sincopan
los mangos
alborotan
el musgo
de Venus.
Ahora la patria
no tiene fin
es el cielo
un disco rojo
una luna menguante
el rocío
un animal solitario
la llanura desbocada
una isla de insaciables pupilas.
Gallos
de todos los confines
cazadores del arco iris
América los sueña
Europa los devora.
Pero Wilfredo
enciende el arpa
y los juncos parten
hacia una nueva vida.
© Daniel Chirom
Poema de Graciela Caprarulo
y destrozó las ventanas
y los versos volaron
según se había escrito
y el poeta fue arrancado de la silla
y su cuerpo hecho remolinos
aún en esa liviandad
no pudo sentir el vuelo
la gracia se le iba de las manos
ahora que era libre finalmente
comprendía que deseaba la raíz
que ser un hombre volador
le daba incertidumbre
que era viejo para tanto arrebato
-para poder vivir amores de otro orden
hace falta un corazón de fiera-
y en el sinfín de acrobacias
el poeta decía una plegaria
al dios del trueno y de la lluvia
le pedía que ese caos dejara de incluirlo
y lo devolviera a la quietud que había conocido
hallar la verdad
no es tarea para un hombre que hace versos
-para poder vivir amores de otro orden
hace falta tener pájaros en la cabeza-
y su cabeza –se dijo-
no era buen nido para los pájaros
© Graciela Caprarulo
Poema de Jorge Boccanera
SERVICIOS DEL INSOMNIO
.............a Vicente Muleiro
Apilo noches cada noche.
Paredones de sombra donde mi sombra reza, traga
..........un bocado, un ruido de hojas secas.
Es a destajo y es de mala gana.
Yo tuve otros trabajos. Eso está en otra historia.
Ahora dedicación, la vista baja.
Castigo de las manos, pena. Una sobre la otra,
.............apilo noches, de barro son, cuadradas.
Ahora dedicación, la paga escasa
Reseca es esta noche, hosca, de madres muertas.
Yo tuve otros empleos. Eso está en otro cuerpo.
Ahora dedicación, la lengua muda.
Soy el que apila noches toda la santa noche.
El que traslada escombros de una carta a la otra.
© Jorge Boccanera
Poema de Anamaría Mayol
ESTADOS DE ANIMO
Esta desgarradura hundida
en el costado donde ya no habitas
este vidrio trizado en los ojos
quebrándose en el hueco de tu ausencia
esta piel adherida a las grietas
con trozos de tu imagen
y esta nada
tendida sobre las piernas
como un perro cansado de correr
y no alcanzarte
y esta nada
una mancha de aceite extendiéndose
abriendo túneles
............... inundando el alma
Poema de Cecilia Ortiz
Gaviota en mar abierto
Duele ....... sé que duele
este .. tu vuelo.. (mi gaviota loca)
..... -enamorada de un niño poeta-
-en qué corazón cabe esa tormenta-
viajera
delante del umbral mágico
con tus plumas cargadas de esperanza
sabemos las dos que nuestro tiempo
transforma el día ..... compite con la noche
en mar abierto improvisas el grito
que atardece
..... en tu pico y en mi boca
el horizonte se rompe
.................. (desordena el paisaje)
infatigables tus alas en busca del beso
mientras la tarde reina desnuda
en los restos de mi día
esta lejanía inclemente
que desgasta nuestros huesos
frente a una hoguera ciega
............................ de amor.
Sobre mar abierto tu vuelo mi vuelo
........... síndrome de soledad.
® Cecilia Ortiz
Prosa de Viviana Álvarez
TE CONJUGO
Dejo en tus manos mi solitud y las despobladas eternidades que acunan mi interior. Dejo mis nostalgias y reconditudes. El vacío de mis aristas. Cada dolor para que forjes mariposas.
Dejo en tus manos mi melancolía y la radiante esfera de mis sueños inconclusos. Cada ilusión no concebida y las yermas planicies de mi esfera. Las voces que me pueblan y los silencios que evaden respuestas.
Dejo en tus manos la desnudez de mi alma. Los pequeños poblados de quién soy y una mirada que te busca en noches de luna.
©Viviana Álvarez
Poema de David Sorbille
Estos versos surgen como huellas
desde la hondura infinita
de su alma de labriego valeroso
hacedor de palabras y romances
desangrado de olvidos y tristezas
clamando por libertades perdidas
en el abismo oscuro de su pueblo herido
abriendo surcos como ríos de conciencia
entre vientos de inaudita tragedia
arrullando en sueños la vida
y en sombras la muerte que acecha
en el crepúsculo intenso de los tiempos
y en el dolor de las prisiones extrañas
desafiando el rigor y el desconsuelo
con sus armas de guitarras y clarines
enarbolando banderas de justicia
y poemas vigorosos como espadas
que se alzan para conmover el silencio
y decir con Vicente Aleixandre:
“tú (Miguel) el puro y verdadero
tú el más real de todos
tú el no desaparecido”
©David Sorbille
Poema de Xenia Mora
ACORDES DE AYER II
Miras asombrado
mi melancolía con sed de ti
y transitas mi camino
a través de los ojos de tus manos.
En la armonía de la noche
suspiran los labios del silencio
mientras palpitan los acordes del piano.
Dicha entrañable de danza nupcial
luciérnaga que anida en el borde de mi falda
en tenue revoloteo de dos vértices del alma.
©Xenia Mora Rucabado
Poema de Paolo Astorga
AV. AREQUIPA
Una señora está sentada sobre una flor agonizando
y ha vuelto abrir el relicario de su vida,
una falsa estatua de madera
entre sus brazos que escarban el silencio.
Un hombre anciano
la mira y no deja de llorar
de regalarle flores y cantarle que la ama.
No para de besar su frente
sus manos, no cesa de acariciar sus cabellos.
Un niño
tirado en el césped ha cargado entre sus manos
la soledad
la enfurecida realidad de su desnudez
y ha visto su muerte,
en una tenue boca que se abre
mientras todo se olvida
debajo de los sueños,
aquellos que no dejan de morder mi carne quemada.
© Paolo Astorga
Poema de Leonor Silvestri
Conejunos
anita y alí
como bonnie and clyde
manejan la moto de mis sueños
los gatos son anticonejos
el tiempo no los apremia
corren para sentir el viento
en las pestañas
viajan en sidecar
sólo por placer
todo debería ser así
como ladrones de bancos centrales
todo debería ser así
tener un boquete listo
una isla adonde escapar
de los conejos
tener cola, orejas y garrita
para cavar un túnel
hacia vos.
© Leonor Silvestri
Poema de Liliana Varela
Convenció a la vida que nada era por siempre
a su alma confesó que la suerte le era esquiva
que un dado mal lanzado provocaba el quiebre
que los milagros eran puras utopías.
Se vistió de luto y de sueños sin futuro
emprendió el camino que arreico fenecía
olvidó recuerdos, sentimientos e ilusiones
sembró el pecho de gruesas espinas.
Suspendió la mente de un hilo delgado
en amnesia infinita clausuró las puertas
enclaustró su cuerpo en cofre sin llaves
y cerró los ojos para no estar despierta.
© Liliana Varela
Poema de Carlos Kuraiem
algunos los matan delicadamente
con una flor adentro.
Sólo la caída del tilo
la desaparición de un amigo
o la decadencia de un pueblo
son hechos que se acercan a ésta muerte.
Quizá por eso
hoy salgo a descolgar las hojas de los árboles
ganándole al otoño
y recojo los libros que otros no quieren
antes de que mueran.
©Carlos Kuraiem
Poema de Gabriela Delgado
¿Cómo sería ser pájaro
............. sin tus ramas?
............. Theodosio A. Barrios
A veces mis días constelan
en el cielo
que me prestan tus palabras.
Puedo pintarme de sonrisa y
despejar la tormenta de silencio.
Limo aristas con un credo.
Puedo contornear tu boca
en la liturgia de un beso.
Pasado o futuro.
En el deseo de encontrarla
destejo cerrojos, enhebro letras.
A veces sueño que llega el momento
de conjugarnos el uno al otro.
Yo pájaro, vos rama.
Ambos nido.
© Gabriela Delgado
Poema de Cristina Fernández
DESDE EL CORAZÓN
En planos superpuestos
de grises y de piedra
el horizonte corta la mirada.
Y la tarde dibuja
con pinceles de nubes
las rocas y los cauces.
Guarda el aire la frágil consistencia
de un embrujo secreto.
Obstinada nostalgia de tu nombre,
de la savia vital de tu poesía.
Viento zonda repasa con silbidos
verticales paredes.
Hay un perfil distinto cada hora
mientras el sol matiza los silencios ...
Hay un temblor profundo entre las sombras
preanunciando el regreso ...
Toda la luz negada alza el vuelo
en la mirada clara, pensativa.
En el rastro de un cóndor
sobrevuelo las piedras desveladas.
Y te nombra mi pena,
herido el corazón por la distancia.
En plano superpuestos
de azules y de sombra
apenas el recuerdo te convoca.
Obstinada nostalgia.
© CRISTINA FERNÁNDEZ
Poema de Migé S. Aparicio
Hombres asesinos
Siguen muriendo mujeres
mí amor por la mujer falta no hace falta ratificar
mí rechazo a la violencia toda
venga de quien venga
Lo que no quiere decir
uno pueda siempre pueda tirar de la propia Jáquima
a toda la " genética " machista que tenemos inoculada
las Moras reminiscencias contra la mujer
Porque negar no podemos
somos del extremo sur de la piel de toro
que solo somos hijos " algo " evolucionados
de Ayatolats y Rabinos
No se si pasa en el mundo entero
esta fiebre asesina que a
contra nuestras Madres y Hermanas
que son quienes la vida nos regalan
Días pocos hace
ar llegar der curro
sobre la hora 19 en la cocina de pié comiendo
veía un irremediable programa de " esos "
Las mujeres decían cosas contra los Ibéricos machos
hombres poquillos - también son reservados en sus dramas -
decían sus mujeres
les ponían los cuernos con los mejores amigos
Yo digo
lo que duele
duele
seas hombre o mujer
Yo aseguro
las causas de tanto desatino
son más profundas
que solo del hombre y el machismo
© Migé S Aparicio
Poema de José Luis Visconti
el día que nací, llovía
.......... dijeron los astrónomos
.......... mis abuelos
......... el perro que me dejó
........................ en la adolescencia
nadie recordaba hospitales
.......... doctores
.......... dolores de parto
-el que sabía, dijeron
murió hace años-
.......... tampoco el primer llanto
.......... y los que vinieron después.
pero sí la lluvia
.......... -alguno porfiaba que fue llovizna-
.......... el barro de la calle
.......... veinte centímetros adentro
.......... el perro nadando
treinta años después
al borde de la escollera
comprendieron la fuerza
....................... de sus historias
© José Luis Visconti
Poema de Lola Bertrand
CRIPTOGRAMA
Quiero
habitar el fondo
de tus lágrimas,
y transformada en cristalina pared,
convivir en el cauce de tus ojos.
Quiero
grabar en tu piel mis fantasías,
conculcar lo prohibido,
soñarme,
-liviana, etérea-
en la curva escondida de tu cuerpo.
Quiero que me penetres
soledades,
que me inflame tu ímpetu,
que me renazcas nocturnas primaveras,
oculta en el hueco de tus manos
como si fuera un beso.
Quiero beber tu sed;
¡estoy sedienta!
©Lola Bertrand
Poema de María Cristina Azcona
Que el odio retorcido y tan malvado
Que la envidia, que es amarillenta
No le desgaste a mi ilusión el rosa.
(Ni que, por ensuciarla, alguien le mienta).
Porque cuidar el color de cada cosa
Es en la vida lo único que cuenta.
Como Tú cuando lavas mariposas.
©María Cristina Azcona
Poema de Andrés Utello
............ “y cuando haya llegado a la luz
libre, podría ver nada de la multitud de objetos
............ que llamamos reales.”
............
Debajo de la piedra
éramos felices.
Burlábamos la muerte
con dioses y deseos,
con mentes erguidas
en el barro.
Hijos de la serpiente
la serpiente regresó
y se dijo profeta.
Vivíamos felices
debajo de la piedra
ignorándolo todo
carentes
insensatos.
© Andrés Utello